Los mercados brasileños se encaminaban a su peor semana en dos años, después de que un esperado plan de recorte del gasto público aumentara el nerviosismo por el presupuesto del país.
El real cayó hasta un 1,6% el viernes, perdiéndose el rally de las monedas emergentes. La moneda brasileña acumula una pérdida de casi un 5% en la semana, y es, por mucho, la divisa de con el peor desempeño de los países en desarrollo. Un fondo cotizado en bolsa que sigue las acciones del país se desplomó un 4,6% antes de la apertura del mercado en Nueva York, lo que se sumaría a la pérdida del 3,8% registrada en las tres sesiones anteriores hasta el miércoles.
Lula propuso un recorte de gastos que no conformó a los inversionistas y se hundió el real
Los mercados brasileños cierran su peor semana en dos años
Los inversionistas se han apresurado a deshacerse de los activos brasileños este año ante la preocupación por los crecientes niveles de deuda de la nación, mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aumenta el gasto para cumplir las promesas de mejorar el nivel de vida de los brasileños pobres. Datos publicados el viernes revelaron que el déficit presupuestario nominal de la nación aumentó a 74.680 millones de reales en octubre, frente a los 53.800 millones de reales del mes anterior. Los economistas proyectaban un déficit de 50.100 millones de reales.
El esperado plan presentado por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, para recortar 70.000 millones de reales (US$11.600 millones) del gasto público hasta 2026 fue considerado insuficiente para estabilizar el creciente déficit fiscal.
“Lula está adoptando exactamente la misma estrategia que en sus anteriores mandatos, y el mercado se está cansando de esto”, dijo Eduardo Moutinho, analista de divisas de Ebury. “Las promesas de recortes del gasto se han recibido con escepticismo, y la falta de detalles deja margen para sorpresas aún más negativas”.
Desconfianza por el plan fiscal del gobierno brasileño
La creciente desconfianza en el compromiso fiscal del gobierno afectó las expectativas de inflación, empujando al banco central a subir las tasas de interés justo cuando la Reserva Federal de Estados Unidos relaja su política monetaria. Las tasas swap se han disparado, y los mercados prevén un aumento de 88 puntos básicos de la tasa Selic en diciembre y de otros 91 puntos en enero.
Gabriel Galipolo, quien asumirá el cargo de presidente del Banco Central de Brasil el próximo año, declaró a última hora del jueves que a la autoridad monetaria le preocupan las expectativas de inflación no ancladas y que Brasil podría necesitar tasas más altas durante más tiempo. El jueves, JPMorgan pronosticó que la Selic alcanzará el 14,25% al final del ciclo de endurecimiento, frente a una previsión anterior del 13%. Los costos de endeudamiento se sitúan actualmente en el 11,25%.
La caída de los mercados brasileños también se produce en medio de un descenso generalizado de los activos emergentes tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos anticipándose a aumentos de tasas a nivel mundial y un dólar más fuerte. Pero destaca la venta masiva de activos locales: el real ha perdido un 20% este año, el peor desempeño entre las principales monedas y las de países en desarrollo. El índice bursátil Ibovespa ha cedido más de un 7% este año, también por detrás de las acciones de los mercados emergentes y de la mayoría de los índices de referencia mundiales.