La inflación de la zona del euro se aceleró inesperadamente, un resultado que puede hacer que el Banco Central Europeo se muestre más cauteloso a la hora de recortar aún más las tasas de interés.
Los precios al consumidor subieron un 2,6% en julio frente al año anterior, según informó Eurostat el miércoles. Esta cifra superó el 2,5% registrado en junio, que era también la mediana de las estimaciones de los analistas en una encuesta de Bloomberg.
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La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como los alimentos y la energía, se mantuvo en el 2,9% por tercer mes consecutivo. Los economistas habían previsto una ligera desaceleración.
El informe es una de las dos lecturas mensuales cruciales de la inflación con que contarán los banqueros del BCE antes de su reunión de los días 11 y 12 de septiembre, en la que los inversionistas esperan que realicen un segundo recorte de tasas de interés tras la rebaja inicial de junio. Según las previsiones a corto plazo de Bloomberg Economics, la inflación se desacelerará hasta el 2,2% en agosto.
La industria alemana arrastra al sector privado a una sorpresiva caída
Los mercados monetarios mantuvieron estables sus apuestas sobre el alcance de los recortes de las tasas de interés, apostando por una relajación de 57 puntos básicos para fin de año, mientras que una reducción de un cuarto de punto en septiembre sigue siendo prácticamente segura. Los bonos alemanes recortaron sus ganancias y dejaron el rendimiento a 10 años un punto básico por debajo, en el 2,33%, tras haber caído anteriormente a su nivel más bajo desde marzo.
Aparte de la inflación, los banqueros centrales también esperan nuevos datos sobre salarios y resultados corporativos, así como nuevas actualizaciones de la actividad económica.
Otro factor importante para los responsables de la política monetaria del BCE pueden ser las indicaciones sobre una posible flexibilización de la Reserva Federal de Estados Unidos, cuya decisión está prevista para el miércoles.
La lectura de la eurozona sigue a informes divergentes de toda la región. En su mayor economía, Alemania, el crecimiento de los precios se aceleró inesperadamente, mientras que el resultado de España mostró una desaceleración sorprendentemente drástica. Francia e Italia también registraron tasas más elevadas.
Los responsables de la política monetaria, atentos a cualquier presión persistente sobre los precios, prestan especial atención a los servicios, que consideran el sector con mayor riesgo de incremento salarial.
Los datos mostraron una inflación del 4% en julio en dicho sector, desacelerándose por primera vez en tres meses.
Frustración por la inflación
El aumento de los precios al consumidor ha superado la meta del 2% en todos los meses desde mediados de 2021, lo que ha frustrado a los responsables políticos después de que la desaceleración inicial se paralizara y convirtiera su tarea en un esfuerzo a largo plazo.
El BCE considera que la inflación se mantendrá por encima de la meta “hasta bien entrado el próximo año”, según advirtió su presidenta, Christine Lagarde, previamente en julio.
Los datos publicados esta semana complican aún más la decisión del banco central. La economía alemana se contrajo inesperadamente en el segundo trimestre, mientras que Francia y España superaron las previsiones e Italia se desaceleró ligeramente.
Los inversionistas prevén al menos otros dos recortes de tasas este año.
Traducido por Carlos Aguirre.
