La economía brasileña volvió a superar las expectativas en el tercer trimestre, impulsada por el fuerte gasto público y de los consumidores, que está alimentando la inflación y agitando los mercados.
Según datos oficiales publicados el martes, el producto interno bruto se expandió un 0,9% en el periodo julio-septiembre respecto al segundo trimestre. El crecimiento se ubicó por encima de la mediana del 0,8% según las estimaciones de los analistas encuestados por Bloomberg.
La inflación en Brasil se acelera mucho más de lo previsto
La economía brasileña creció más de lo previsto
Una tasa de desempleo récord y salarios más altos han impulsado el crecimiento este año, dando al presidente Luiz Inácio Lula da Silva razones para argumentar que está cumpliendo sus promesas de mejorar la vida de los trabajadores brasileños. Por tercera vez consecutiva en 2024, el crecimiento trimestral superó las previsiones de los analistas.
El consumo familiar creció un 1,5% en comparación con el trimestre anterior. La producción industrial, otro de los principales motores del período, aumentó un 0,6%, mientras que los servicios registraron un incremento del 0,9%.
Sin embargo, el impulso está alimentando los temores de que la mayor economía de América Latina se está expandiendo demasiado rápido. Rafael Ihara, economista jefe de Meraki Capital, calificó el sentimiento entre los inversionistas como “casi paradójico”.
“El mercado tiende a ver una desaceleración como una alternativa saludable en este momento”, sostuvo.
Los inversionistas han estado deshaciéndose de los activos locales debido a la frustración hacia la política fiscal, que se acentuó la semana pasada, cuando el gobierno dio a conocer planes de recorte del gasto muy por debajo de las expectativas del mercado.
La decepción tras conocerse el plan provocó pérdidas en la bolsa brasileña, mientras que su moneda cayó al punto más bajo registrado frente al dólar.
Traducción editada por Paulina Munita.