Los mercados brasileños cayeron el viernes, coronando una semana turbulenta para la mayor economía de América Latina, que vio cómo su divisa registraba algunas de las mayores ganancias —y algunas de las mayores pérdidas— entre sus pares mundiales tras un alza de gran magnitud de las tasas de interés y la repentina crisis de salud del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El real fue la divisa con mejor o peor desempeño entre las monedas de los mercados emergentes en casi todas las sesiones de esta semana. El jueves subió hasta un 1,6% después de que los responsables políticos anunciaran un aumento de las tasas de interés de 100 puntos básicos y prometieran dos alzas más de la misma magnitud para marzo. Horas más tarde, ya había cedido todas sus ganancias y bajaba un 1,4% cuando un miembro del gabinete dijo que Lula se presentaría de nuevo a las elecciones en 2026.
Se conoció el estado de salud de Lula da Silva tras la operación en la cabeza
El presidente de izquierda, de 79 años, despertó preocupación esta semana tras ser sometido a una operación cerebral por una hemorragia, consecuencia de una caída sufrida en octubre. Los problemas de salud, que emulan los que rodean a Joe Biden en Estados Unidos, enturbiaron aún más las perspectivas para el país, mientras los inversionistas adelantan el debate sobre un posible cambio de gobierno, ya sea en las próximas elecciones o en caso de que Lula tenga que apartarse de sus funciones para recuperarse totalmente.
“Los mercados están transtornados”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. “Muchos inversionistas están desistiendo”.
El presidente brasileño fue trasladado de la UCI a cuidados intermedios, dijo el viernes el hospital, que añadió que está lúcido y se recupera bien.
Venta masiva
Lula ha chocado con los mercados durante la mayor parte de su tercer mandato debido a que ha impulsado un mayor gasto para ayudar a los pobres y desestimado la necesidad de moderación fiscal. El déficit presupuestario del país se ha disparado hasta alcanzar el equivalente a cerca del 10% del producto interno bruto de Brasil en términos nominales.
La venta se agudizó el mes pasado, cuando el gobierno añadió medidas de reducción de impuestos en un paquete de recortes del gasto, aguando el ahorro que generaría el plan. Los inversionistas, que esperaban que sirviera de impulso a la maltrecha divisa, se apresuraron a deshacerse de activos, enviando al real a un mínimo histórico.
Los inversionistas se han inquietado ante la posibilidad de otro mandato de Lula. Se le ve como un fuerte contendiente para los comicios de 2026, según una encuesta de Quaest encargada por la correduría Genial Investimentos y publicada esta semana.
“Las perspectivas para el próximo mandato presidencial ejercerán realmente mucha presión sobre los activos”, afirmó André Muller, estratega jefe de AZ QUEST. “Cuanto mayor sea la posibilidad de que haya continuidad en la actual política económica, más empeorarán los precios de los activos”.
Traducción editada por Paulina Steffens.