Después de 15 años, Argentina volverá a enviar maíz a China
El país sudamericano completó hace unas semanas los trámites para obtener la aprobación de Pekín para abrir el mercado chino a su maíz, tras alcanzar un acuerdo sobre requisitos sanitarios hace más de un año.
Marian Barletta: "Se cosechó el 80% del maíz temprano, cuando normalmente ya tendría que estar finalizando la cosecha” |
Agencia NA
Jonathan Gilbert
Argentina está preparando los primeros envíos de maíz a China en 15 años, en el paso más reciente entre los países para ampliar el comercio agrícola.
Los cargamentos que Cofco International Ltd. ha estado preparando podrían ser los primeros desde que China reabrió sus puertas al maíz argentino tras prolongadas conversaciones diplomáticas, dijo Gustavo Idigoras, presidente de Ciara-Cec, agrupación nacional de exportación de cultivos entre cuyos miembros se encuentran las principales comercializadoras agrícolas.
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Argentina completó hace unas semanas los trámites para obtener la aprobación de Pekín para abrir el mercado chino a su maíz, tras alcanzar un acuerdo sobre requisitos sanitarios hace más de un año. En enero, las autoridades aduaneras chinas también autorizaron a los operadores argentinos a exportar trigo por primera vez.
Syngenta AG contrató el buque MSXT Echo para enviar 66.000 toneladas métricas de soja a China, uno de los varios envíos rutinarios de soja argentina a Asia. La información portuaria proporcionada previamente por la agencia naviera Nabsa informaba erróneamente que se trataba de maíz.
Los envíos a China demuestran que ambos países seguirán manteniendo una sólida relación comercial bajo el liderazgo de Javier Milei, que el año pasado prometió que reduciría los lazos con China si llegaba a la presidencia de Argentina. El comercio y la inversión chinos impulsan amplios sectores de la economía argentina, desde las materias primas y la energía hasta la banca.
China es el mayor importador mundial de maíz para ganado. Tradicionalmente, el gigante asiático se ha abastecido del grano en Estados Unidos, pero ha recurrido cada vez más a Brasil tras dar luz verde al suministro desde este país en 2022.
Los agricultores chinos siguen lidiando con condiciones meteorológicas extremas, desde inundaciones a sequías, que amenazan cultivos como el maíz y presionan a los líderes de la nación, que promueven la seguridad alimentaria. La sequía en el norte ha dañado la cosecha de trigo y retrasado la siembra de maíz y soja.
