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Desaparecen dos periodistas que cubrían al coronavirus en China

En las dos últimas semanas, los periodistas ciudadanos chinos Chen Qiushi y Fang Bin han servido de ojos y oídos del mundo dentro del epicentro del brote de coronavirus, la ciudad de Wuhan. Retransmitiendo a través de sus teléfonos móviles, han ofrecido una idea de lo terrible de la situación. Muchos de esos vídeos han sido publicados en Twitter y redistribuidos en YouTube.

ciudad china de Wuhan coronavirus
La ciudad china de Wuhan, donde nació el nuevo coronavirus, paralizada. | AFP

En las dos últimas semanas, los periodistas ciudadanos chinos Chen Qiushi y Fang Bin han servido de ojos y oídos del mundo dentro del epicentro del brote de coronavirus, la ciudad de Wuhan. Retransmitiendo a través de sus teléfonos móviles, han ofrecido una idea de lo terrible de la situación. Muchos de esos vídeos han sido publicados en Twitter y redistribuidos en YouTube.

Ahora los dos hombres están desaparecidos.

Fang no ha publicado ningún vídeo desde el jueves. Previamente había sido detenido brevemente por las autoridades debido a un vídeo en el que mostraba cuerpos de fallecidos en un hospital. Cuando filmó el dramático momento en que personas con trajes de protección derribaron la puerta de su apartamento para ponerlo en cuarentena, generó cientos de comentarios que instaban a las autoridades a liberarlo. Chen tampoco ha dado señales durante más de 20 horas.

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No es casualidad que sus publicaciones se hayan vuelto virales en las plataformas estadounidenses. El organismo de control de Internet de China ha intensificado las medidas de control y anunció el miércoles que llevará a cabo una “supervisión dirigida” en las principales plataformas de redes sociales, entre ellas Weibo, WeChat, de Tencent y Douyin, de ByteDance. El regulador ya ha congelado numerosas cuentas de redes sociales y después intensificó el limpiado por internet para calmar una ola de indignación confusa sobre la muerte del médico que hizo sonar la alarma sobre la enfermedad.

En este entorno, Twitter, con sede en Estados Unidos, se ha convertido en el destino para los locales que buscan información sobre la propagación del virus. Está oficialmente prohibido en el país, pero muchas personas se saltan el cortafuegos o firewall y acceden a la plataforma a través de redes privadas virtuales.

Hay mucha más actividad en Twitter en comparación con Weibo y WeChat”, dijo Maya Wang, investigadora sénior para China de Human Rights Watch. Ha habido una comunidad china en la plataforma de mensajes cortos de Jack Dorsey desde antes de que el presidente Xi Jinping llegase al poder, agregó, pero la reciente represión ha debilitado ese círculo social.

Chen, el más visible entre decenas de residentes que documentan la catástrofe humanitaria a su alrededor, se ha convertido para muchos seguidores en la fuente de información real sobre la epidemia. Los residentes de Wuhan han filmado algunos vídeos escalofriantes durante el brote, incluidas imágenes de cadáveres sin tratar, descontento entre pacientes en cuarentena en hospitales y policías tocando puertas para hacer cumplir la censura. Bloomberg News no ha verificado de forma independiente la autenticidad de esos vídeos.

Twitter se estaba convirtiendo en la última estrategia para recopilar información y dejar constancia del trauma que miles de familias estaban experimentando.

“Después de levantar brevemente la tapa para dar a la prensa y las redes sociales algo de libertad”, dijo Wang sobre el partido comunista gobernante de China, el régimen “ahora está restableciendo su control sobre las redes sociales, por temor a un pánico más generalizado”.

Desde principios de esta semana, decenas de usuarios de WeChat se quejaron de que se les bloqueó el acceso a sus cuentas personales después de que las personas en sus grupos de chat hablaran sobre el brote del virus. Eso significa perder el acceso a todos sus contactos sociales almacenados, así como al dinero en sus billeteras WeChat. Muchos otros han entrado en modo de autovigilancia, recordando a los amigos en sus grupos de chat que no intercambien información sobre el coronavirus.Se desconoce el paradero de Fang, y Chen también ha estado fuera de contacto durante un período prolongado de tiempo. Sus amigos publicaron un mensaje en su cuenta de Twitter diciendo que no se le ha podido contactar desde las 7 p.m., hora local del jueves. “El Gobierno ha intensificado su represión”, dijo Wang, “y eso podría tener algo que ver con la desaparición de Chen Qiushi y Fang Bin”.

En una entrevista por mensaje de texto, la última pregunta de Bloomberg News a Chen fue si estaba preocupado por su seguridad, ya que se encuentra entre las pocas personas que informan sobre la situación en el lugar. Aún no se ha recibido respuesta.