Brasil busca calmar al mercado por el creciente gasto fiscal en el presupuesto 2025
El Ministerio de Economía brasileño, encabezado por Fernando Haddad, intenta disipar las preocupaciones sobre la fuente de financiamiento de la hoja de ruta presupuestaria del año siguiente.
G20 Finance Ministers and Central Bank Governors Meeting |
Photographer: Dado Galdieri/Bloomberg
Martha Viotti Beck
El equipo económico de Brasilbusca calmar a los inversionistas y asegurar de que se cumplen las normas fiscales, incluso cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva impulsa un mayor gasto social.
La preocupación por las perspectivas fiscales motivó la semana pasada una baja en el real y a descontar varias subidas de las tasas de interés. Esta inquietud creció aún más cuando Lula anunció el 26 de agosto un plan para elevar los subsidios al gas de cocina.
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Brasil busca calmar a los mercados por el déficit fiscal
El costo del programa aumentaría casi en la mitad el año que viene y se duplicaría con creces a 13.600 millones de reales (US$2.400 millones) en 2026. Pero fue la forma en que el gobierno considera pagarlo lo que causó preocupación. Según una propuesta enviada al congreso, al menos una parte del subsidio al gas podría eludir las normas fiscales mediante una maniobra contable que hace que los pagos se consideren gastos impositivos que reducen los ingresos del gobierno en lugar de gastos primarios que están sujetos a los topes impuestos por la ley.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, no participó en la discusión del proyecto de ley enviado al congreso y bloqueará cualquier intento de eludir los límites fiscales, según un funcionario familiarizado con el asunto. Su equipo se asegurará de que ningún gasto quede excluido de las reglas, dijo el funcionario, quien pidió el anonimato para discutir el tema.
Sin embargo, Haddad enfrenta un reto aún mayor: disipar las preocupaciones sobre la fuente de financiamiento del presupuesto del próximo año. La propuesta enviada al Congreso a última hora del viernes prevé 166.400 millones de reales en ingresos extraordinarios para eliminar el déficit fiscal del país en 2025, tal y como prometió el ministro.
Proyecciones optimistas de ingresos
El problema es que el gobierno espera recaudar parte de ese dinero vía de un plan de recuperación de deudas tributarias, el cual no ha dado los resultados esperados este año. Se preveía que la renegociación de deuda en impuestos corporativos aportaría cerca de 55.000 millones de reales este año, pero ha estado lejos de esa cifra. El gobierno estima ahora que 28.500 millones de reales en impuestos adeudados llegarán finalmente en 2025.
El presupuesto del próximo año también prevé ingresos de 30.000 millones de reales de una renegociación de las deudas fiscales con las 10 mayores empresas de Brasil, así como 10.000 millones de reales en concesiones que se esperaban para este año pero que tampoco se produjeron.
Aunque Lula ha hecho guiños a la responsabilidad fiscal, permitiendo a Haddad fijar un objetivo de déficit primario cero, se ha mantenido en gran medida desafiante ante las preocupaciones por sus planes de gasto.
“Cada vez que hacemos algo por los pobres el mercado se pone nervioso”, dijo Lula el viernes durante un acto en el estado nororiental de Paraiba, uno de los más pobres del país.
La preocupación por las políticas de gasto de Lula es uno de los principales lastres para el real. La divisa es la de peor rendimiento en los mercados emergentes este año, con pérdidas del 14% frente al dólar.
