Antes de los resultados de Tesla Inc., los inversionistas esperaban ver señales de estabilidad en su negocio de coches eléctricos y alguna pista del inminente arribo de los esperados vehículos autoconducidos. No obtuvieron ni lo uno ni lo otro.
El resultado fue una rotunda decepción: Las acciones caían hasta un 13% el miércoles, varios analistas recortaron sus precios objetivos y al menos tres rebajaron sus recomendaciones sobre el valor.
En lugar de apuntalar la confianza de los inversionistas, Tesla informó de otro trimestre de ganancias decepcionantes mientras que el director ejecutivo, Elon Musk, repetía promesas de que la empresa será líder en coches autónomos. Pero también confirmó reportes de que estaba retrasando la presentación del llamado robotaxi hasta octubre.
“La clave de las cifras 2T de Tesla, que erraron debido a los márgenes de automóviles, es que el foco se desplaza por ahora de nuevo a los fundamentos”, escribió el analista de Barclays Dan Levy.
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Las acciones de Tesla habían subido un 85% entre su mínimo de abril y comienzos de julio, en gran parte debido al entusiasmo generalizado por la inteligencia artificial. El repunte añadió más de US$380.000 millones a su valoración de mercado, a pesar de que las estimaciones de analistas de ganancias e ingresos iban a la baja. Los resultados anunciados el martes pusieron aún más de relieve esa disonancia.
“La desconexión con la realidad significa que puede pasar cualquier cosa”, dijo Mike O’Rourke, estratega jefe de mercado de Jonestrading. “Aunque es comprensible que las acciones de Tesla coticen a la baja tras los resultados, no se entiende por qué estaban en esos niveles antes del informe”.
Qué necesita Tesla
Al mismo tiempo, aunque Musk ha hecho de los coches autónomos un pilar del futuro de la empresa, la mayoría de los analistas coinciden en que la compañía necesitará el apoyo de su negocio principal de automóviles para seguir generando flujo de caja hasta que los robotaxis sean comercialmente viables.
Los resultados tampoco disiparon las preocupaciones ante la menor demanda en el mundo por vehículos eléctricos. Las ganancias de Tesla incumplieron las estimaciones por cuarto trimestre consecutivo y el margen bruto de su operación de automóviles, excluidos créditos regulatorios —una métrica muy vigilada— cayó del 16,4% en el primer trimestre al 14,6% en el segundo.
“Dado el repunte de las últimas semanas motivado por la IA, esperaríamos que las acciones retrocedan, ya que no se ofreció nada nuevo en torno a los avances con la IA“, dijo Jeff Osborne, analista de Cowen.
Cantor Fitzgerald, CFRA y New Street Research rebajaron sus recomendaciones para la acción tras los resultados.
Analistas concuerdan que el mayor desafío para la acción a corto plazo es la falta de un catalizador fuerte que pueda impulsarla al alza. Ya cotiza a un múltiplo de casi 80 veces las ganancias futuras, muy por encima de las valoraciones de otras grandes tecnológicas.
Y está el riesgo de que incluso el robotaxi no esté a la altura de las expectativas, según algunos analistas.
“El anuncio del robotaxi de Tesla en octubre puede ser más aspiracional que sustantivo”, escribió Toni Sacconaghi, analista de Sanford C. Bernstein, en una nota a clientes.
