Una Película sin Julie encontró a una gran actriz para rendirle homenaje a Andrews
Se trata de Lucila Gandolfo, quien encarna en esta propuesta a una mujer que aprendió a superar los malos trances recurriendo a las canciones de la gran Julie. Un mensaje esperanzador atravesado por esos temas inolvidables para varias generaciones.
Todos amamos a Julie Andrews. Con alguno de sus trabajos nos tocó el corazón. Y eso le pasó a la protagonista de Una Película sin Julie, tanto al personaje central como a la actriz que lo interpreta, quien además es la gestora del proyecto. Ambas la amaron desde La Novicia Rebelde y ese amor se trasladó a esta obra/homenaje cálida y esperanzadora.
Eso no quiere decir que no tenga momentos duros, que los hay bastante, pero el mensaje final es que siempre se puede estar mejor, siempre se pueden superar las vivencias negativas y vivir, pese a todo. Así lo va contando en primera persona una maravillosa intérprete, Lucila Gandolfo, con la única asistencia de un pianista (Fernando Albinarrate, que también escribió los textos), algunos objetos y una magistral iluminación.
Ella va llenando el escenario del Teatro Maipo (Esmeralda 443, CABA) cada jueves por la noche con su relato un muchas canciones, en su mayoría las más conocidas, de esta maravillosa británica que siempre nos ayudó a soñar. Como le ocurre a Catalina a lo largo de la obra, y quizás también a algún espectador, los tropiezos se sobrellevan cantando como Julie para que las cosas se terminen acomodando adentro de cada uno.
Ya dijimos que Lucila está magnífica en el papel, cantando con una dicción tan perfecta que parece que estuviéramos escuchando a Andrews en vivo, y también componiendo los diversos personajes que arman la trama, de una manera inmediata, como si fuera fácil cambiar en segundos de personalidad. Ella nos hace creer que es posible ser tantas personas a la ves en poco más de una hora. Y terminar siendo ella misma, agradecida por los aplausos de pie que llenan la sala del Maipo.
La puesta y el vestuario (sobre todo el recurso de cambiar de tipo de zapato rojo para cambiar de personaje) que sabiamente orquestó el director Julio Panno, así como el efecto de las luces, terminan de armar una propuesta muy disfrutable y cálida. De las que el espectador sale con el corazón rebosante. Encontrá acá más info sobre las entradas.
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