Modismos como procrastinar y fingir demencia son analizados desde el humor en un unipersonal

Arrancando la cuarta temporada en nueva sala, nada menos que el Teatro Picadilly (Av. Corrientes 1524, CABA) del centro porteño, La lengua es un músculo pero el lenguaje es un virus (Síntesis de una hipótesis sobre la antítesis de una tesis), mantiene la atención del espectador actualizando los modismos con que se expresa (y cuestiona) el protagonista de este unipersonal. Encarnado por Diego Carreño, quien además escribió el texto basándose en los escritos de Gabriel Wolf (integrante del grupo Los Macocos) en Facebook desde el año 2014. Juntos trabajaron la dramaturgia en la que desde el punto de vista del humor se analizan los modismos lingüísticos de la actualidad. 

Además la puesta se renovó el año pasado con la incorporación de Leandro Aita (compañero de Carreño en el dúo Hermanos Delay) para que se encargue de la dirección.  Contrariamente a los proyectos anteriores, donde abundaban los recursos tecnológicos de este combo humorístico que, en este caso eligieron el minimalismo absoluto como recurso escénico para presentar a un hombre adulto viviendo solo en un lugar aislado de toda civilización, acompañado por un sinfín de artefactos y elementos antiguos que parece amar. Es que está en la casa de su adinerada familia en la cima de un cerro, para escribir tu tesis. Trabajo que lleva ya 24 años de elaboración para como Filólogo u hombre de Letras. Esta tesis intentará confirmar aquél planteo de William Burroughs del año 1966 en el que afirmaba que “el lenguaje es un virus”.

Conversamos vía Zoom con Diego para hablar de este regreso y las modificaciones que sufrió la propuesta con el ingreso de su compañero de fórmula humorística, y esto es lo que contó:

La puesta tiene voces en off de Edda Díaz, Nazareno Casero, Noelia Vittori y Diego Gentile; diseño de arte de Analía Cristina Morales, quien también se hizo cargo de la escenografía y el vestuario; el diseño sonoro es de Marcelo Ceraolo (Bulsara Records); música original de Pablo Bronzini, diseño de iluminación de Víctor Chacón y la producción general es de Malditas Producciones. El resultado es una pieza de humor, en el que se intentará llevar a la acción teatral un sinfín de elementos propios de otras artes, a través de mecanismos generalmente utilizados en la narrativa o los géneros audiovisuales. Las funciones son los domingos a las 20.30. Encontrá acá más info sobre las entradas.