Murió el Diez - Video

Emir Kusturica anticipó el caos y descontrol que se vivió en la despedida de Diego Maradona

En el documental "Maradona by Kusturica", el cineasta serbio retrató la devoción popular de los napolitanos por el Diez. Fue un adelanto de lo que se vivió este jueves en la Casa Rosada.

Maradona y Kusturica Foto: NA

Como si se tratara de una premonición de lo que se vivió este jueves en la Casa Rosada, las imágenes que se vieron de miles de personas  desbordando los controles y accesos al velatorio de Diego Maradona que se montó en la Casa Rosada, remiten directamente al documental “Maradona by Kusturica”, del cineasta serbio Emir Kusturika en 2008.

En el film, además de intentar mostrar a Maradona desde otro ángulo, uno más humanizado, según explicó en su momento Kusturica, se ven imágenes de la devoción popular que despertaba el Diez en Nápoles, la localidad del sur italiano que llegó a los primeros planos del futbol mundial gracias a la presencia de Maradona.

Fanatismo, veneración, pero también descontrol y desorganización, son las marcas que caracterizaron a los fanáticos del astro del futbol mundial, que falleció el miércoles a los 60 años, y lo acompañaron en buena parte de su vida futbolística, extra futbolística y en su último adiós.

En el capítulo “El Messias regresa a Nápoles”, y en apenas cuatro minutos, entre el 28 y el 32, quedo registrado como miles de hinchas del Nápoli trataban de demostrarle su amor y fervor al mejor jugador de futbol de todos los tiempos. En el primer tramo de ese corte, se ve a cientos de fanáticos que lo alientan a Maradona desde la calle y al Diez saludarlos, y cantar junto a ellos, desde una ventana del hotel en el que se hospedaba en ese momento. También se puede ver la salida de Maradona del hotel, que por momentos parece imposible de lograrlo. En ese interin, el propio Diego le pedía a los fanáticos del Nápoli que se calmen, con el típico gesto de subir y bajar los brazos extendidos hacia adelante. Luego de saludarlos, camina casi 100 metros por un camina vallado que  es desbordado permanentemente por los Tiffosi. Mientras se lo ve caminar, es escoltado y protegido por un séquito de guardaespaldas que infructuosamente tratan de separarlo y protegerlo de los hinchas que quieren, al menos, sacarle una foto, tocarlo, o verlo de cerca. Tras regresar al hotel, una combi viene a buscarlo y allí se ve otro momento de la veneración que despertaba Maradona en esa ciudad.

En el transporte, iba acompañado por su familia, Claudia y sus hijas, y la cámara muestra cómo el mismo trata de pedirles, otra vez, a los fanáticos que “paren” de golpear y mover el rodado.  En este caso, el mismo golpea las ventanillas del rodado y lanza algunos insultos, demostrando su enojo por la situación.  Segundo más tarde, se lo ve reír, y cantar como si nada hubiese pasado.

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Desborde en la Rosada

Gente entrando por todos lados, algunos de ellos hasta por las ventanas de la Rosada, o pugnando por hacerlo, fueron las imágenes que devolvían las cámaras de televisión cuando la gente desbordó los accesos a la capilla ardiente instalada en el del Salón de los Patriotas. La situación fue de tal magnitud y descontrol, que las autoridades nacionales, y de acuerdo con los familiares presentes, decidieron retirar el féretro del lugar por razones de seguridad y trasladarlo al Salón de los Pueblos Originarios. Muchos de los que pudieron entrar y, ante la magnitud de los hechos, se refugiaron en distintas dependencias de la Casa de Gobierno o buscaron aire –se tiraron gases lacrimógenos–en el Patio de las Palmeras.