Falleció el reconocido periodista Carlos Gabetta
Comprometido con la realidad política del país, fue un lúcido defensor de la democracia, con inicial militancia inicial en el PRT. Fundó la revista El Periodista, y en los últimos tiempos se definía como socialdemócrata.
El reconocido periodista Carlos Alberto Gabetta, falleció este jueves a sus 81 años. Había nacido en Rosario, pero se mudó a Buenos Aires cuando militaba en el PRT en los años '70, para realizar tareas de inteligencia junto a su pareja. Con el advenimiento de la dictadura se exilió y junto con Julio Cortazar denunció los crímenes del régimen militar. En los 80 volvió al país y lanzó la revista El Periodista . En los últimos años vivió en San Telmo y fue también columnista en PERFIL.
El periodismo y la política fueron los elementos constitutivos de su vida. Apenas terminó la secundaria, Gabetta publicó un artículo sobre la temporada de verano de 1962. “Se llamaba El Turismo 62. Salió en diciembre del 61. Mi viejo tenía una agencia de publicidad y había hecho un suplemento de verano. Le dije que quería escribir y él se lo pasó a Víctor Mainetti, que dirigía el diario y lo metió como el editorial”, recordaba Gabetta en una entrevista realizada por Hernán Lascano. Luego de esa primera publicación, continuó escribiendo en La Tierra y Agro Nuestro, de la Federación Agraria Argentina, en los diarios La Tribuna, Crónica, Hoy, Panorama y Acción.
En ese entonces, Gabetta todavía vivía en Rosario. Su padre, Alberto Gabetta, había sido trabajador gráfico y concejal por el Partido Socialista Argentino. Gobernaba de facto Juan Carlos Onganía y el peronismo estaba proscripto. De manera que, a sus 25 años, participó junto a su familia de una de las movilizaciones que comenzaron con el Rosariazo contra la dictadura. El 21 de mayo de 1969 las fuerzas de seguridad asesinaron a un estudiante universitario, lo que provocó un fuerte repudio social y se convocó una marcha al Monumento a la Bandera. La policía reprimiría aquella manifestación. En un artículo publicado en PERFIL, Gabetta contaría al respecto: “Con mi padre y mis hermanos acabamos refugiados en una galería comercial. Alejandro, el pequeño, tenía problemas para respirar, se ahogaba. Allí tornaron a serme útiles los conocimientos de primeros auxilios adquiridos durante el servicio militar. Mientras yo trataba de reanimar a Alejandro, Néstor se acercó y me dijo, furioso: ‘La próxima vez, vengo con un chumbo’. ‘Yo también’, contesté”.
Cuando la grieta era trinchera
Apenas unos años después de ese episodio conoció a uno de los amores de su vida, la historiadora y docente universitaria, María Elena Amadeo, quien fue desaparecida por la última dictadura. “Yo estaba fascinado con su nivel intelectual”, declara Gabetta sobre Amadeo en un reportaje realizada por Sipreba. Con ella comienza a relacionarse a través del intercambio libros y opiniones hasta que, ya en pareja, deciden sumarse a las filas del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
“En 1974 empezamos a militar juntos en el PRT. Nosotros estábamos en el servicio de inteligencia del partido. Éramos clandestinos, no éramos militantes armados. De modo que nos vinimos a Buenos Aires y empezamos a vivir en un departamento muy elegante en la calle Cramer porque se suponía que éramos dos burgueses de derecha. Yo escribía editoriales al estilo de Mariano Grondona llamando al golpe de estado, lo que me permitía tener contacto con sindicalistas, políticos e, incluso, con militares” explicaría Gabetta en esa entrevista.
La tarea de inteligencia que realizaba junto a su pareja, que se especializaba en internacionales, les permitió predecir el Golpe de Estado, con una mínima diferencia de días y acceder al listado de los gremialistas que iban a ser asesinados inmediatamente después del comienzo del gobierno dictatorial. Días después del Golpe, el PRT realizó un encuentro político en una quinta en la localidad bonaerense de Moreno, con militantes del MIR, el ELN, los Tupamaros y los Montoneros. El casero, al sospechar de los huéspedes, llamó a la policía que llegó al lugar y comenzó una balacera. Amadeo es alcanzada por un disparo y es detenida y desaparecida. Gabetta logra huir y se exilia a Europa.
En París, Gabetta trabajó en el semanario Politique Hebdo y en France Press. Además, junto con Julio Cortázar y Osvaldo Soriano conformó el comité directivo del periódico Sin Censura, donde denunciaron los crímenes de las dictaduras latinoamericanas. Finalmente, con la asunción de Raúl Alfonsín, volvió al país.
En la incipiente democracia, Gabetta comienza como colaborador en la revista Humor. “Yo escribía en la revista Humor gracias a un contacto, Sergio Joselovsky, notas que no eran comprometidas políticamente. Con él escribimos después una serie que se llamó Miseria de la prensa del Proceso. Al inicio del alfonsinismo le propusimos con Osvaldo Soriano al director de Humor, Andrés Cascioli, hacer un semanario político. Y quedamos en hacerlo” recordará en el reportaje realizado por Lascano. A partir de esa iniciativa surge El Periodista de Buenos Aires donde Gabetta será director.
En El Periodista escribieron plumas reconocidas como la de Oscar González, Luis Sicilia, Carlos Ábalo, Mabel Itzcovich, Rodolfo Rabanal, Carlos Ares, Rogelio García Lupo, Álvaro Abós, Osvaldo Bayer, Horacio Verbitsky, Mario Benedetti, Antonio Dal Masetto, Eduardo Galeano, María Seoane, Tomás Eloy Martínez, María Esther Gilio, Vicente Muleiro, Gregorio Selser y David Viñas. Allí también se iniciaron periodistas como Jorge Lanata, Claudio Lozano, Jorge Fernández Díaz, Claudia Acuña, Luis Majul, Ezequiel Fernández Moor y Gabriela Cerruti.
“La línea editorial era de apoyo incondicional a la democracia, que era muy frágil. Todos los sectores políticos nos golpeaban. Los radicales que gobernaban decían que los atacábamos y nos cancelaban los avisos oficiales. La izquierda nos criticaba porque nos juzgaba pro alfonsinistas”, analizará sobre El Periodista. Luego, vuelve a trabajar para medios internacionales como el periódico El País de España y dirige la Le Monde Diplomatique en castellano. Hasta 2023 es columnista en Perfil.
Además escribió varios libros sobre política contemporánea argentina: Enemigos: dos protagonistas reflexionan sobre la violencia en los años ’70, ¿Tiene porvenir el socialismo?; La encrucijada argentina: República o país mafioso, La debacle de Argentina. Una Argentina que muere y otra que bosteza, Qué hacemos con este país, Todos somos subversivos y Argentine: le diable dans le soleil.
En una de sus últimas entrevistas con Hinde Pomeraniec, dirá sobre su devenir político: “Yo no soy populista pero tampoco soy liberal; me he convertido -y digo "me he convertido" porque en su momento apoyé la lucha armada en el país, en los años 70-, en un socialdemócrata, en un hombre que cree que el mundo debe avanzar hacia una forma de reparto de la renta distinta de la que se ha practicado desde que el capitalismo existe”.
LM