Narcotráfico

El capo narco que planeó una fuga de Ezeiza en helicóptero recibió una quinta condena

Esteban Lindor Alvarado fue sentenciado a cinco años de prisión por lavado y asociación ilícita.

Esteban Lindor Alvarado. Foto: Cedoc Perfil

Esteban Lindor Alvarado, el capo narco rosarino que el año pasado intentó fugarse del penal de Ezeiza en helicóptero, sumó una nueva condena: fue sentenciado a cinco años de cárcel por los delitos de lavado de activos agravado y asociación ilícita.

El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario. De esta manera, Alvarado sumó su quinta condena: tiene una a prisión perpetua como instigador del homicidio de Lucio Maldonado y jefe de una asociación ilícita; y otra a 15 años de cárcel como organizador del transporte de media tonelada de marihuana a la provincia de Río Negro en 2017.

En el último caso, los jueces del TOCF 2 le fijaron una multa de 62.202.000 pesos y ordenaron el decomiso de ocho vehículos: dos Toyota Hilux 4x4; un Sevel 150N; un camión Scania R360; un Volkswagen Saveiro; un Ford Ecosport Titanium; un Ford Cargo 1517 y un tractor de semirremolque. También las acciones correspondientes a seis empresas de transporte que utilizó para perpetrar las maniobras.

Además, su expareja Rosa Capuano acordó en juicio abreviado una condena a tres años de prisión efectiva y el pago de igual monto en concepto de multa.

Según el Ministerio Público Fiscal, fundamentaron el pedido de condena con un repaso por la actividad ilícita puesta a consideración del tribunal por organizar el tráfico de los casi 500 kilos de marihuana secuestrados en General Roca.

Uno de los fiscales develó: “Se encontró una estructura económica y financiera formada por diversas empresas que, si bien no figuraban a su nombre, no quedan dudas de que el manejo de las mismas sí estaba a su exclusivo cargo”.

Por otro lado, Reynares Solari puso en evidencia “las inconsistencias” en el patrimonio de Alvarado respecto al flujo de dinero que manejaban las empresas.

En marzo del año pasado, Alvarado había conseguido un helicóptero modelo Robinson 44 para fugarse de la cárcel de Ezeiza.

La maniobra, que fue abortada a tiempo, llevaba seis meses de planificación y estaba todo precisamente diagramado: tenían pensado aparecer de golpe con la máquina sobre el área de recreo del penal, donde Alvarado iba a estar alrededor de las 14,30, este se treparía a los "esquíes" del helicóptero y así lo sacarían en pocos segundos de la prisión, con un plan que en primera instancia apuntaba a llevarlo a General Rodríguez.