Plásticos en todas partes

El método casero más efectivo para eliminar microplásticos del agua

Según los científicos, la contaminación es tan grande que los microplásticos están en todas partes. Para reducir su presencia en el agua, sugieren hervirla y luego filtrarla, de forma similar a como se prepararía una infusión de té.

Microplásticos. Foto: X @JorgeRescala

"Los plásticos no deberían estar en tu sangre", advierte Dick Vethaak, profesor de ecotoxicología de la Universidad Libre de Ámsterdam, Reino Unido. Hace dos años científicos anunciaron que habían encontrado pequeñas partículas de plástico en los pulmones y en la sangre de las personas, las llamaron microplásticos. Estas partículas, invisibles a simple vista, se fragmentan de forma continua en el medioambiente y se adhieren al alimento que consumimos. Aunque todavía no se sabe con exactitud las consecuencias de esta problemática, el hallazgo resalta el preocupante impacto que la contaminación por microplásticos está teniendo en nuestra salud. 

Los plásticos varían en resistencia según su composición química y los aditivos que contienen. Durante su ciclo de vida, desde la fabricación hasta la eliminación, estos materiales pueden desgastarse y deteriorarse, generando fragmentos más pequeños conocidos como microplásticos, que tienen tamaños que van desde 1 micrómetro hasta 5 milímetros.

Sal, cerveza, carne, frutas, verduras y agua potable pueden contener microplásticos. Estas diminutas partículas transportadas por el aire pueden dar la vuelta al mundo en cuestión de días y caer del cielo como lluvia. A principios de este 2024, un estudio de la Universidad de Columbia reveló que incluso el agua embotellada que es consumida por millones de personas, está contaminada con cientos de miles de trozos de plástico. También, una investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile demostró que las 12 marcas de agua embotellada distribuidas en la región Metropolitana contienen microplásticos.

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Lamentablemente, la exposición a microplásticos es prácticamente inevitable en la actualidad debido a su presencia en todos los ecosistemas, desde los océanos hasta las nubes.

Uno de los aspectos más preocupantes es la posibilidad de que los microplásticos más pequeños, no solo circulen por el ambiente, sino que también entren en el cuerpo humano. Con el tiempo, estas diminutas partículas podrían causar una irritación que conduzca a una variedad de síntomas en cascada, desde la inflamación, cambios en el metabolismo, hasta el cáncer. O bien, podrían permanecer como una presencia inerte y no hacer nada.

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, publicado en la revista Nature Journal, demostró que la ingesta de microplásticos de forma continua puede alterar la forma en la que funcionan los intestinos humanos. Y es que, a la larga, pueden reducir la diversidad bacteriana y alterar su equilibrio. Otras investigaciones sugieren que las toxinas de los microplásticos podrían tener relación con las enfermedades pulmonares (asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

Según Dick Vethaak, profesor emérito de ecotoxicología y coautor del estudio en Ámsterdam, explica que aunque el hallazgo no es motivo de pánico, es fundamental preocuparse antes de que sea demasiado tarde: "Los plásticos no deberían estar en tu sangre", advierte.

¿Qué podemos hacer frente a la contaminación por microplásticos?

Dado que la contaminación plástica ya ha penetrado en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos, la pregunta que surge es cómo podemos reducir nuestra exposición a los microplásticos.

Existe un método de "esterilización y purificación" que puede reducir la cantidad de microplásticos en el agua potable. Los investigadores sugieren hervir el agua y luego filtrarla, de forma similar a como se prepararía una infusión de té. Este proceso ayuda a eliminar los microplásticos del líquido. 

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“Esta sencilla estrategia de hervir agua puede ‘descontaminar’ los nano y microplásticos del agua del grifo y tiene el potencial de aliviar de forma inofensiva la ingesta humana de las partículas a través del consumo de agua”, se lee en un reciente estudio de la Universidad Guangzhou y la Universidad de Jinan en China, publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters,.

Con este método, se podrían reducir hasta un 90% de las partículas de poliestireno, polietileno y polipropileno, cuyos tamaños varían entre 0.1 y 150 micrómetros.

Autores del estudio explicaron que durante la ebullición del agua, los pequeños trozos de plásticos quedan “atrapados” en el carbonato de calcio que se forma de manera natural durante este proceso. El carbonato de calcio es esa sustancia blanquecina que queda en el fondo y alrededor de una pava eléctrica, por ejemplo. Esto, porque cuando el agua se calienta, se separan los minerales del líquido para poder aumentar su temperatura.

Además del beneficio de eliminar los microplásticos, la ebullición del agua también minimiza otros riesgos para la salud, como “paralizar” a los organismos patógenos que pueden estar en ella, como virus, bacterias y parásitos. Incluso, puede eliminar gran parte de algunos químicos y metales pesados que están presentes en el líquido. 

RM