Sin freno las internas en el seno del Gobierno
En lo que acaso sea una de las mejores semanas del Gobierno desde que asumió la presidencia Alberto Fernández el 10 de diciembre del año pasado, las internas no paran.
En lo que acaso sea una de las mejores semanas del Gobierno desde que asumió la presidencia Alberto Fernández el 10 de diciembre del año pasado, no paran las internas. En la Jefatura de Gabinete y en la Casa Rosada, se trata de poner paños fríos. Se dice que no hay internas, que todos se llevan bien. Que no hay órdenes y contraórdenes. Pero la verdad es que pasan cosas curiosas. Solo las que pasan a la luz pública.
Ahí tenemos el caso de Rafecas. Pretendidamente procurador por parte de presidente, su candidato para la Procuración. Cuyo pliego no solamente no lo trata el senado sino que Cristina Fernández de Kirchner no tiene pensado darle gas, de darle apoyo. De hecho está pensando en algún tipo de tratamiento de los senadores del justicialismo para que se cambie la manera de elegir al futuro procurador y que en vez de los dos tercios baste con la mayoría simple. Ya Rafecas avisó que no quería ser electo de esa forma.
En el Gobierno salió la ministra de Justicia, Marcela Losardo, carne y uña con el presidente en materia de derecho, a decir que era necesario que el senado aprobara el pliego de Rafecas no solo la oposición, que hasta ahora se viene negando. Aunque debió postergar su discusión por un pedido de Lilita Carrió para que senadores radicales y del Pro apoyen a Rafecas como procurado.
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Pero hay más. Porque el cisne negro del presidente Alberto Fernández frente a la pandemia que es la famosa vacuna rusa, también cayó en la volteada de la interna. Así tenemos cortocircuitos importantes entre Carla Vizzotti, la voz cantante del Ministerio de Salud y quien viajó de manera secreta a Moscú y nada menos que con el ministro de Salud, su superior, Ginés González García.
No solamente eso, sino que también cayó en la volteada el laboratorio que hace de intermediación con Rusia por la vacuna. De manera que hay un sector del Gobierno que está tratando de desplazar a ese laboratorio sin el cual es difícil armar la logística. Por eso en la conversación que tuvo Alberto Fernández con Putin, se habló de un acuerdo Estado – Estado.
Eso para la compra de la vacuna pero para traerla, distribuirla y después procederla para su vacunación se necesita un laboratorio. ¿Se mantendrá el que habían elegido los rudos o habrá otro candidato de otro sector del Gobierno? Ya lo vamos a ver.