Opinión

Diez años después hay que honrar la palabra, no a Kirchner

Cristina homenajeó al marido y llamó a un diálogo amplio, incluso a sus enemigos. ¿Y si pasamos de las palabras lindas de siempre a las cosas concretas antes de que llegue lo peor?, porque vieron que era posible que viniera lo peor.

Edi Zunino Foto: captura

Hace diez años, Néstor Kirchner venía de su segundo episodio vascular, pero decían que estaba bien y era un momento muy caliente de la política porque estaba todo enrarecido por el asesinato del militante trotskista Mariano Ferreyra, por parte de una banda de pistoleros del gremio ferroviario. Y eso evocaba que Eduardo Duhalde había tenido que abandonar antes de lo previsto el poder en su mandato transitorio por algo parecido la cacería de Kosteki y Santillán. ¿Se acuerdan?

Hace diez años había crisis financiera. Las heridas de la guerra con el campo estaban abiertas. El kirchnerismo venía de perder las elecciones de medio término del primer mandato de Cristina. O sea, el lío, la crisis, la muerte andaban dando vueltas por ahí y se murió el 27 de octubre Néstor Kirchner.

En aquellas exequias nació el kirchnerismo. Era un movimiento para nada consolidado hasta el momento. Le faltaba un bautismo místico y de pronto miles de jóvenes no sólo entraron a la Casa Rosada, sino que entraron para venerar a un político y no habían pasado ni siquiera diez años del "Que se vayan todos". Y ahí nació el blindaje de Cristina presidenta y nació la reelección de Cristina. Y por qué no la misma Cristina en cuanto dirigente política de trascendencia hoy es vicepresidenta de la Nación

Somos un país trágico, somos un país hecho de tragedias, necrofilia, adicto al drama. Nos encanta estar en el vértigo del borde del barranco. Nos volcamos más a la escritura o al recitado de relatos épicos de caudillos circunstanciales que a la construcción real y tangible de un país en donde quepamos todos, porque vieron que medio país está quedando afuera.

Ayer Cristina homenajeó al marido antes que nadie y llamó a un diálogo amplio, incluso a sus enemigos. A más o menos lo mismo anda proponiendo el presidente Alberto Fernández, por supuesto, y también buena parte de la conducción opositora con Rodríguez Larreta o con Gerardo Morales y otros a la cabeza.

Por eso, ya que estamos, voy a leer a Néstor Kirchner el 9 de julio de 2005, cuando acababa de pagarle taka taka cada 10.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, que está también de vuelta entre nosotros. "Esta patria, que es la patria de todos los argentinos, necesita solidaridad, necesita unidad nacional con justicia y memoria, necesita que nos miremos sin hipocresías". 

A los periodistas no nos corresponde andar haciendo homenajes, ni mucho menos rindiendo culto a nadie. Cito a Kirchner porque viene al caso y porque viene al caso citarlo para hacernos esta pregunta: ¿Y qué onda si pasamos de las palabras lindas de siempre a las cosas concretas antes de que llegue lo peor?, porque vieron que era posible que viniera lo peor.