Ataque narco: balearon el penal de Marcos Paz donde está detenido el líder de Los Monos
Los atacantes llegaron en un auto color gris y efectuaron al menos 12 disparos con pistolas calibre 9 milímetros.
La tristemente célebre banda narco rosarina “Los Monos” atacó de 12 balazos una obra en construcción adyacente a la cárcel federal de Marcos Paz, donde cumple múltiples condenas Ariel “Guille” Cantero, jefe de la banda.
El hecho ocurrió a las 18.25 de este domingo en el predio donde se está construyendo lo que será el Complejo Penitenciario Federal VII de Marcos Paz, parte de la cárcel federal de máxima seguridad donde está preso Cantero.
Los atacantes llegaron en un auto color gris y efectuaron al menos 12 disparos con pistolas calibre 9 milímetros. Seis de esos disparos impactaron en la garita del sereno de la obra, quien de todas formas salió ileso del ataque.
"Dejen de verduguear a Guille Cantero o vamos a matar a los del Servicio Penitenciario. Con la mafia no se jode", señalaba el cartel e incluso horas antes del ataque a balazos se filmaron con varias pistolas y mostraron el texto que estaban por colocar en el complejo penitenciario donde se encuentra alojado el jefe del grupo.
Al parecer, "Guille" Cantero habría sufrido agresiones dentro de la cárcel por parte del personal penitenciario. Según los investigadores, los autores de los disparos serían miembros de "Los Monos" para advertirles a los guardiacárceles por lo que habrían hecho.
Ante esta situación la interventora del SPF, María Laura Garrigós de Rébori, presentó "una denuncia penal y procedió a la suspensión y apertura de un nuevo sumario de los agentes penitenciarios responsables de la custodia y seguridad del pabellón en el que se encuentra cumpliendo condena el señor Cantero".
Este hecho recuerda a la amenaza en el edificio de Telefé en Rosario, ocurrida en octubre. En esa oportunidad las intimidaciones fueron dirigidas a los periodistas que denuncian la ola de inseguridad ocasionada por el narcotráfico en la ciudad santafesina.
Cantero permanece detenido por ocho condenas que suman 96 años de cárcel, tras reconocer ante la Justicia que ordenaba ataques armados a jueces, todo comandado por teléfono celular desde el penal, primero desde Ezeiza y luego desde Marcos Paz, geográficamente más cercano a Rosario.