El levantamiento de la policía bonaerense
La columna fue tomada del formato audiovisual del programa "RePerfilAR", de NetTV.
Hemos vivido la semana más angustiante desde que Alberto Fernández inició su gestión y probablemente un episodio que va a quedar también en la memoria desde la recuperación democrática en adelante, una banda sediciosa, constituida por elementos que pertenecen a la policía bonaerense, digo pertenecen, porque todavía no ha habido sanciones, a mi juicio las que corresponden, frente a un episodio tan grave.
Por otra parte, este episodio no puede ser escindido de una realidad más global que involucra al tipo de golpe blando que se está generalizando en la región. Comenzó con Lugo en Paraguay, se desplazó luego hacia Brasil con Dilma Rousseff y terminó con un alzamiento policial, que luego dio continuidad a las Fuerzas Armadas en Bolivia. Por lo tanto, es inescindible lo que sucede en Argentina de lo que pasa en la región. La circunstancia preocupa mucho, se ha resuelto parcialmente y veremos cómo terminan las negociaciones a través de una quita de un punto en la coparticipación de la Capital Federal, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para transferirlo directamente para resolver el problema salarial de la policía bonaerense. Sin embargo, ese no es el costado que a mí me interesa señalar, sino la gravedad institucional de lo que ha sucedido en Argentina.
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Después del anuncio de Duhalde acerca de la existencia de un golpe de Estado, la aparición de estos episodios señalan que no hay nada casual ni nada librado al azar. Esta saga de demérito a la autoridad presidencial y de continuo golpe institucional comenzó con el extemporáneo paro agropecuario, allá por los inicios del gobierno de Alberto Fernández, a menos de un mes de haber asumido, continuó con las marchas anti cuarentena, destinadas a sabotear la estrategia de salud diseñada por el Gobierno nacional, los continuos cacerolazos y ahora creo que tiene una culminación con este alzamiento sedicioso de parte de la policía bonaerense.
Esperemos que se pueda resolver esto institucionalmente de manera adecuada. Pero vuelvo a insistir, la nota de preocupación está. Hemos quedado todo muy impactados por lo que ha sucedido y esto muestra también que el conflicto en Argentina, lejos de haberse resuelto, se profundiza cada día.