Entrevista

Zelaznik y el humor: “Lo mejor de la tele es lo que va a la web”

Kevin Zelaznik. Publicista con un hobby: ser humorista. Foto: cedoc

Si uno entra a la cuenta de Instagram de Kevin Zelaznik, @Ibupirac 666, se encontrará con una serie de videos hilarantes que conjugan creatividad con ingenio en una tónica de humor absurdo. Las piezas abrevan de la cultura popular y generan un impacto extraño en quien observa y escucha. Los elementos están ligeramente desencajados, pero construyen un conjunto que es gracioso, además de cohesionado, ya que responde a un personaje único: un “personaje brasileño que hace informes sobre la cultura argentina y de una forma básicamente distorsionada comienza a contarle a la gente cuál es su punto de vista sobre distintos hitos que tienen que ver con la argentinidad”, en palabras del creador. Es curioso que en la descripción de esa cuenta figura una página personal, que dirige, entre otras cosas, al portfolio de Kevin. El realizador de las piezas mencionadas es responsable de videoclips de artistas de primera línea y comerciales de marcas importantes. Entre la larga lista de videos que realizó, encontramos el trailer de la Session 50 de Bizarrap, cuya intriga creciente derivó en la esperada colaboración del productor con Duki. 

—¿Qué te causa gracia?

—La gente que aboga absolutamente por todas las causas habidas y por haber. Me dan risa los militantes del todo. Me causan gracia los pastores evangelistas y también los perritos cuando se mueven en manada.

—¿Qué más?

—La folletería esotérica que reparten en la calle, los hechiceros del amor, los amarres, eso me gusta. Me hace reír mi hermana, que puede decir una palabra y quebrarme al medio. Y me hace reír mucho, me gustan mucho las repeticiones de los viejos programas de televisión de los 90. Me hace reír José María Listorti, me gusta Yayo. Me divierte todo eso que se quedó en el cajón y que hoy lo volvemos a ver y no pierde vigencia si bien han cambiado los tiempos y las formas de procesar la información y los límites. Creo que hay algo lindo en encontrar tesoros, en buscar en el fondo del placard y encontrar un billete de dos pesos.

—¿Cómo empezaste a hacer esto?

—Tiene que ver con las falencias y la tradición. Falencias: estaba con poco laburo en ese momento y necesitaba algo para poder canalizar mi creatividad. Y por otro lado, la tradición: siempre estuve en contacto con el humor absurdo, siempre digo que soy una mezcla entre El Chavo del 8 y Tarkovsky. Estoy exagerando, obviamente. Pero hay algo de la tradición que fui formando en función de todo esto que fui mamando durante mi vida que me llevó a tratar de entender la cultura argentina desde un punto de vista turístico. Por eso, en cierto sentido, @Ibupirac 666 nace por accidente.

—En lo que hacés hay efectivamente una tónica absurda y sin embargo supercoherente.

—Me gusta combinar comidas que no pegan; estilos musicales con bailes que no tienen sentido. Siento que de ahí nace lo nuevo. Y en este caso lo absurdo y lo coherente nace de una facilidad que tengo para leer que está pasando en el momento o qué es lo que interpela al argentino. Y lo absurdo es ese lugar al que lo quiero llevar, pero en realidad es porque me da risa lo absurdo, me parece la forma de humor más elevada.

—¿Cómo es tu proceso para crear un video?

—Convierto mi cuerpo en un módem. Voy a la velocidad de internet. Así como se me ocurre una idea, la vuelco en un pequeño guion y en base a eso empiezo a buscar las imágenes y empiezo a encontrar cuál es la contradicción, dónde está el lugar en el que yo me quiero meter para generar esa brecha. Bajo toda esta información a un programa de edición, comienzo a combinar las partes, agrego efectos de sonido y, al cabo de unas horas, ya tengo el producto listo para las redes sociales. Pero realmente es un proceso relámpago. Es visceral.

—Por alguna razón, hay menos humor en la tele, pero en las redes y streaming prolifera. ¿A qué se debe?

—El humor de la tele es una mierda, pero es por un tema de segmentación. Creo que los canales apuntan a públicos más amplios. Están cubiertos de distintas restricciones legales o ideológicas que los llevan a moverse dentro de marcos. Y, a veces, tener tantos marcos ahoga el contenido. Creo que lo mejor de la tele es lo que se corta y se procesa luego en web. De hecho, imagino que la mayoría de los programas hoy en día viven del recorte del archivo o de la transformación de este contenido a un meme, a un nuevo video. La oferta de contenido en internet es muy segmentada. Hay para los runners, para los veganos, hay para los fanáticos de los camiones Scania. Mucha competencia.

—Es como si se movieran en temporalidades distintas.

—El problema de la tele es que siempre llega tarde, y eso es lo que pasa cuando las corporaciones están involucradas dentro del proceso creativo. Le pasa a la televisión y les pasa a las marcas. Cuando una idea tiene que pasar por más de una instancia de aprobación, se diluye. Internet es ahora. Mejor dicho fue hace cinco minutos. 

—¿Qué es el humor para vos?

—Una forma de expresión que es un generador natural de serotonina.