detención en nueva york

Sean Diddy Combs: de rapero y empresario fashion a convicto

Plena fama. Diddy Combs, antes de las denuncias por tráfico sexual y conspiración. Foto: afp

La reciente detención de Sean Diddy Combs en Nueva York volvió a sacudir la escena hollywoodense. El ex rapero, productor musical y –ex de Jennifer Lopez– está acusado de tráfico sexual y conspiración para cometer crimen organizado, según el informe oficial. Estas denuncias señalan que de las fiestas que él organizaba en sus mansiones, ahora revelan que el desenfreno imaginable pudo haber excedido lo legal. A medida que avanzan las investigaciones, surgen datos que presuponen que allí hubieron delitos. En redes sociales circuló un video en el que Diddy Combs hace referencia a “encerrar a mujeres en sus fiestas”. Un dealer de famosos –con la credibilidad débil que tiene un personajes de este tipo– que habló con el New York Post relató que en una de estas fiestas en la mansión de los Hamptons –“el Punta del Este de los neoyorquinos”– Combs lo recibió en bata y lo llevó a una habitación donde se intercambiaban sustancias hasta que la situación escaló cuando varias personas comenzaron a tener sexo. 

Más allá de este testimonio cuestionado por quien es su autor, por situaciones más graves que éstas y que son punibles legalmente,  Sean Combs está detenido  en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn. Es la misma prisión donde, a fines de marzo último, ingresó el “rey de las criptomonedas”, Sam Bankman-Fried, por un fraude de ocho mil millones de dólares. 

Chantaje. Las acusaciones por las que Combs está detenido desde el 16 de septiembre, incluyen tráfico sexual, trabajo forzado, transporte interestatal con fines de prostitución, delitos de drogas, secuestro, soborno, incendios intencionales, y obstrucción de la justicia. Según la denuncia de catorce páginas, el productor sometía a hombres y mujeres, bajo el efecto de drogas –sumisión química–, a torturas y actos sexuales que podían prolongarse durante días. Las víctimas eran medicadas intravenosamente para recuperarse, y luego eran amenazadas con la difusión de los videos si decidían hablar. Además, en los allanamientos, se encontraron drogas, cientos de videos, miles de botellas de aceite y lubricante para bebés, además de armas de fuego y municiones. Se cree que estas fiestas secretas ayudaron a Diddy a ganar poder y consolidarse en la industria musical, aprovechando sus conexiones para impulsar las carreras de diversos artistas. Una versión de Hugh Heffner quien hacía famosos fiestas en su Mansión Playboy para “consolidara marca” y tejer relaciones de alto nivel, si bien nunca pasó por tribunal alguno. Si es declarado culpable, Diddy Combs podría enfrentar penas que varían de quince años de prisión hasta cadena perpetua, ya que la ley permite a las víctimas presentar demandas muchos años después de los hechos. Las pruebas acumuladas parecen abrumadoras. 

Lista vip. En medio de este escándalo, famosos como  Leonardo DiCaprio, Matthew Broderick, Sarah Jessica Parker, Paris Hilton, Jennifer Lopez, Vera Wang, Kim Kardashian, Howard Stern, Kelly Osbourne, Aretha Franklin, Martha Stewart, Tommy Lee, Pamela Anderson, Ashton Kutcher y Demi Moore, entre otros, fueron mencionadas en relación con las polémicas fiestas que organizaba el rapero. Esto no implica que hubieran participado en los hechos delictivos mencionados; sí alimenta el morbo mediático. Como ejemplo de esto, medios como USA Today y Page Six mencionan que un detalle clave era el código de vestimenta secreto: llevar solo vestuario blanco. Esto los habilitaba a participar de la fiesta paralela que se producía mientras  había otra, “legal”.  

A esto se suma la reedición de un video que ahora se observa de manera diferente. “¿Quién es la persona que es el número uno de tus invitados?”, le preguntó un periodista a Combs en un corte de una entrevista; sin dudarlo un segundo respondió: “Leonardo DiCaprio”.