María Soledad Morales: a 30 años del femicidio, Lorena Muñoz dirige el documental del caso que llega a Netflix

Con entrevistas a sus compañeras de escuela, a la hermana Martha Pelloni, y otros testimonios exclusivos, se presenta un profundo recorrido por un caso que sacudió al país.

María Soledad Morales, padres Foto: Cedoc Perfil

A 30 años del femicidio de María Soledad Morales en Catamarca, Netflix anuncia el estreno de "María Soledad: El fin del silencio", un documental que examina el impacto de este caso emblemático en la lucha contra la violencia de género y la impunidad de los llamados "hijos del poder". El film está dirigido por Lorena Muñoz, reconocida por su trabajo en las biopics "Gilda, no me arrepiento de este amor" y "El Potro, fue lo mejor del amor", así como por la docu-serie "Releyendo a Mafalda".

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"Esta película habla de la amistad", comenta Muñoz, subrayando que aunque el caso ha sido revisado en varias ocasiones por el periodismo, nunca se lo ha abordado desde la perspectiva de las jóvenes, quienes hoy son el motor central en las luchas de género en América Latina. El documental pone en primer plano el papel fundamental que jugaron las compañeras de María Soledad y su incansable lucha por la verdad.

El film cuenta con testimonios exclusivos de figuras clave como la hermana Martha Pelloni, quien lideró las Marchas del Silencio, la periodista Fanny Mandelbaum, el fiscal Gustavo Taranto, y varias de las compañeras de escuela de María Soledad, quienes en su momento fueron adolescentes que se convirtieron en protagonistas inesperadas de la búsqueda de justicia. Entre ellas se encuentran: María Elena Varela, Mónica Alejandra Barrios, Adriana Edith Tula, Rosana Alejandra Medina, Cynthia Karina Beatriz Borda, y muchas más.

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Muñoz destaca la fuerza de estas jóvenes y la importancia de las marchas del silencio, lideradas por Pelloni y sus alumnas, que movilizaron a un pueblo entero en la lucha por la verdad. "Un puñado de adolescentes y una monja enfrentando la injusticia con una herramienta impensada: el silencio", señala la directora. Las 82 marchas, que convocaron a miles de personas, se convirtieron en un símbolo de resistencia y un motor para activar el movimiento por la verdad y la justicia.

Desde el 10 de octubre, el documental estará disponible en Netflix y promete ser una poderosa reflexión sobre uno de los casos que marcó un antes y un después en la historia de la lucha contra la violencia de género en Argentina.

Cómo fue el caso de María Soledad Morales en Catamarca

El caso de María Soledad Morales fue uno de los crímenes más conmocionantes en la historia de Argentina y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia de género. María Soledad, una joven de 17 años, fue asesinada en 1990 en la provincia de Catamarca, y su muerte reveló una compleja red de encubrimiento político y social, ya que los acusados pertenecían a familias de alto poder e influencia en la región.

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El 7 de septiembre de 1990, María Soledad Morales, estudiante secundaria, salió con unas amigas a un boliche en Catamarca. Esa noche fue vista por última vez con vida. Días después, el 10 de septiembre, su cuerpo brutalmente golpeado fue encontrado al costado de una ruta. Había signos de violencia extrema y se sospechaba que había sido drogada y abusada sexualmente antes de ser asesinada.

Desde el inicio, surgieron indicios de que los principales sospechosos eran hijos de familias poderosas vinculadas al poder político de Catamarca, conocidos como los "hijos del poder". Entre ellos estaban Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional, y Luis Tula, novio de una amiga de María Soledad. Sin embargo, el proceso de investigación estuvo plagado de irregularidades y un aparente encubrimiento por parte de las autoridades locales, lo que impidió que el caso inicialmente avanzara.

Ante la falta de justicia y las sospechas de encubrimiento, la hermana Martha Pelloni, directora del colegio al que asistía María Soledad, organizó las "marchas del silencio". Estas manifestaciones pacíficas, en las que participaron miles de personas, se convirtieron en un grito desesperado por justicia y un símbolo de la lucha contra la impunidad. Durante meses, la sociedad catamarqueña se movilizó, demandando el esclarecimiento del caso y el castigo a los responsables.

En 1997, siete años después del crimen, se llevó a cabo el juicio que culminó con la condena de Guillermo Luque a 21 años de prisión por homicidio y violación, mientras que Luis Tula fue condenado a 9 años por su participación en el hecho. A pesar de las condenas, muchas personas en Catamarca y en todo el país sintieron que la justicia llegó tarde y que la influencia política había obstaculizado el proceso judicial desde el principio.

El caso de María Soledad Morales marcó un antes y un después en Argentina en cuanto a la visibilización de la violencia de género y la lucha contra la impunidad política. Las marchas del silencio lideradas por la hermana Pelloni y las compañeras de la joven se convirtieron en un símbolo de resistencia, y el caso sentó las bases para un mayor escrutinio público hacia las autoridades en casos de violencia y corrupción.

LT