Shows, cigarrillos y el papelón de Gasalla: cómo fueron las visitas de David Bowie a la Argentina
En el cuarto aniversario de la muerte del Duque Blanco, Daniel Grinbank -el productor que lo trajo al país- recordó los entretelones de su llegada. Mirá las fotos inéditas.
Este viernes 10 de enero se cumplen 4 años del fallecimiento de David Bowie. Apenas dos días antes, y en coincidencia con su cumpleaños número 69, la leyenda del rock había lanzado su último álbum, Blackstar.
Con un talento indiscutido y una fama a nivel mundial, el músico visitó diferentes países y entre ellos se incluyó a la Argentina, aunque muchos no lo recuerden. Y no sólo eso, sino que además lo hizo en dos oportunidades: una de ellas fue en 1990 en River y la segunda, 7 años más tarde, en Ferro. Daniel Grinbank, histórico productor argentino, y el encargado de traerlo al país en esas ocasiones dialogó con PERFIL y recordó cómo se gestaron los shows; las pocas entrevistas que concedió el Duque Blanco para medios locales y la importancia de su legado en el mundo de la música.
"Bowie llega a la Argentina en 1990 en el contexto del Derby Rock Festival, organizado por una marca de cigarrillos, cuando aún estaba permitida la publicidad de cigarrillos en este tipo de shows. Él tocaba una noche y la siguiente, Eric Clapton. El soporte originalmente era un grupo de electro dance que después canceló la actuación y por eso puse a Bryan Adams. Bowie vino al país con todos los éxitos que había metido en la década de los '80, donde pasó a ser un artista de culto y de elite con el álbum Let's Dance, el cual le dio repercusión mundial”, recuerda Grinbank.
En ese sentido, el productor aseguró: “Hicimos toda una gira Sudamericana que se llamaba Sound + Vision Tour y que arrancó en Brasil, después pasó por Chile y finalmente, Argentina. Más allá que haya sido en el contexto de este festival, la misma terminaba precisamente en Buenos Aires. Bowie siempre tuvo un muy buen vivo y esta no fue una excepción, era la época en la que actuaba con traje y corbata, todo un duque inglés propiamente dicho. Fueron dos noches brillantes y gloriosas: en una estuvo él y en la otra noche tocó Clapton y con Mick Taylor -el guitarrista anterior de los Rolling Stones-como soporte”.
La gira en realidad había arrancado un año y medio antes, y llevó al compositor a brindar un centenar de conciertos en 27 países. Vueltas de la vida, ese tour tenía como escala final a Buenos Aires. “Tenía una banda fantástica, llegó cansado pero le puso mucha garra porque era el último show y siempre éstos en las giras tienen una connotación bastante importante emocional, sobre todo cuando son giras largas, por lo cual tenía ganas de parar pero sabía que era el último show”, completó.
Entrevista fallida. Pero pocos días antes de llegar al país, mientras se encontraba en Río de Janeiro, el autor de Heroes le concedió una entrevista a Antonio Gasalla para su programa El mundo de Antonio Gasalla. En el video se puede ver la incomodidad del músico para con el conductor, de hecho el reportaje no llegó a los 6 minutos de duración. “Cuando terminó esa nota Bowie me preguntó: '¿vos crees que este tipo de entrevistas a vos te ayuda a vender tickets?', porque la verdad que esa entrevista lo puso de muy mal humor, no le agradó para nada porque él se dio cuenta que Gasalla no entendía nada de música. A los que estábamos ahí nos dio vergüenza ajena, fue un bochorno, un papelón, recuerdo lo incómodo que estábamos todos porque Bowie no era muy proclive a muchas notas y cuando vio que Gasalla no sabía nada de su discografía ni de su vida artística, huyó”, reveló Grinbank.
Segunda visita. Corría noviembre de 1997 cuando Bowie volvía al país también en el marco de un festival: El Rock and Pop. "Hay una cuestión con la que se caracterizó siempre la obra musical y artística de Bowie, y por eso lo llamaron también el camaleón, y es que hay un viraje muy fuerte en lo musical. En 1997 a él lo influye mucho la música electrónica y lo que se llama el nuevo rock industrial y en particular el grupo llamado Nine inch Nails, cuyo líder es Trent Reznor. Me acuerdo cuando lo estaba contratando, de haber ido a verlo y tocaba con ellos de soporte y había mucho contraste entre el público tradicional de Bowie y los fans de éstos. También es ahí cuando abandona su traje tradicional, de hecho acá en Buenos Aires actuó con un traje blanco pero más un mameluco de operario", sostuvo el representante artístico.
Ese festival se realizó el 7 de noviembre y actuaron también No Doubt, Bush, Molotov, Café Tacvba y Babasónicos. "La particularidad de esos shows fue que en el estadio se veía muy bien todo porque en lugar de armarse a lo largo (el escenario) lo armamos a lo ancho, de espaldas a la avenida Avellaneda, por lo cual era una especie de anfiteatro con mucha menos capacidad, y la propuesta de Bowie era más direccionada y menos masiva. Ahí presentó ante más de 25.000 personas el álbum Earthling. El show fue extraordinario, lo que los pudimos ver fue de lo mejor que pasó por la Argentina en todos los tiempos, por la puesta, porque tenía una banda impresionante, porque había revolucionado toda su música y había incorporado nuevos elementos de estilo, y él estaba muy entusiasmado con lo que estaba pasando musicalmente por su carrera”, remarcó.
Brian Eno: "Bowie fue la persona más graciosa que conocí"
“En esa visita hizo una entrevista para Rock and Pop con Mario Pergolini en el Centro Cultural Recoleta, -donde además cantó tres temas- y este reportaje fue con otro clima, totalmente distinto al anterior. Bowie era un tipo muy agradable para hablar, muy informando y rico en cultura y en particular nunca se ató a nada musicalmente, por lo cual le encantaba hablar de sus distintas experiencias musicales”, agregó el empresario.
Su carrera y su muerte. “Bowie sabía lo que era para el arte, de hecho de casualidad entre una gira y otra, él tenía una casa en Mustique que es una isla muy chica del Caribe, en las Granadinas -donde también tiene casa Mick Jagger- y yo fui de vacaciones y como había un solo restaurante coincidimos un par de veces entonces tuve más charlas. Como tipo era muy consciente de lo que era para el arte, muy informado y culto, un lord inglés con mucho respeto hacia el arte. Está sin dudas entre los 10 más grandes de la historia".
“Si uno ve el último videoclip que hizo (Lazarus) antes de morir, se observa cómo se pone un arte a su despedida, creo que él convirtió todo lo que toco en arte. Sabía que se moría pronto, se manejó con mucha reserva, y hace ese video que si uno lo ve con la perspectiva de lo que pasó después ve que estaba haciendo arte con lo que fue su camino a la muerte, pero sin golpes bajos, con un alto relieve artístico. De hecho es su trabajo más innovador, en el cual se juntó con la nueva generación demúsicos de jazz de Nueva York e hizo un álbum del carajo. Si uno lo escucha es una obra de arte”.
El disco vio la luz el 8 de enero de 2016, en coincidencia con el cumpleaños número 69 de Bowie. Dos días después del lanzamiento se conoció la triste noticia de su muerte. “No hay un sólo reporte cuando se lanza el disco se la enfermedad que tenía, él no especuló ni medio centímetro con eso. Después claro, con la dinámica de los acontecimientos, hizo que se asociara, pero la gente cuando veía el videpclip de Lazarus tampoco tenía claro que él padecía un cáncer terminal y transitaba sus últimos meses de vida", concluyó Grinbank.
El domingo 10 de enero de 2016, el mundo perdió a uno de los artistas más importantes e influyentes del siglo XX, aquel que se animó a romper con todos los estereotipos existentes, tanto a nivel musical como estético. Muchos argentinos que asistieron a alguno de los recitales que Bowie brindó en Buenos Aires tienen el privilegio de poder contar que lo pudieron ver sobre un escenario en directo, al menos, una vez en la vida.
Producción multimedia: Claudio Pignataro / Ignacio 'Nacho' Palacios
Agradecimiento especial por el material fotográfico de archivo: Diego Bullorini