del vértigo de ‘cqc’ al mundo epicúreo

Alfred Oliveri, el argentino que filma a chefs como Virgilio, número uno del mundo

Elegido. Virgilio, dueño del restó número uno del mundo, y su mujer, Pía; Oliveri y su mujer. Foto: a.p./t.argentina

Él fue uno de los integrantes de la primera etapa de CQC, el mítico programa  televisivo de Mario Pergolini. Allí, Alfred Oliveri fue  notero y también productor “y podría escribir un libro sobre todo loque viví en esa época”, dice a PERFIL.

El tiempo pasó y aunque siguió ligado a la producción audiovisual, cambió el alto perfil que manejó en CQC. Su presente lo ubica como creador de House of Chef, la primera casa productora en América Latina especializada en películas vinculados al mundo de la cocina, el vino y los destilados. Desde 2018 produjo cinco largometrajes y documentales cuyas premiéres fueron festivales como el de San Sebastián y Marché du Film del Festival de Cannes.

Casualidad o no, su última producción, Virgilio, coincidió con el anuncio de que Central, fue elegido el mejor restaurante del mundo por The 50 Best, la lista donde también figuró “Don Julio”. Virgilio es el creador de Central.

Impulso. “Virgilio representa la versión más profunda y avanzada y comprometida de un equipo, sobre  la identidad y recursos de su tierra con una mirada absolutamente, libre y avanzada, pero con un total respeto por sus costumbres ancestrales y su gente”, dice a PERFIL Alfred Oliveri para explicar porqué eligió hacer un documental sobre este chef peruano. “Virgilio es Perú, pero también es América Latina; su mirada va más allá de lo estrictamente gastronómico”.

—¿Cuál es el atractivo que tienen para los chefs, para querer contar sus historias?

—No se trata de “chefs”, se trata de todo lo que está alrededor, su concepto gastronómico, su territorio, su visión y emotividad. Es lo que busco en cualquier personaje, sea cocinero o no. 

—¿Qué te quedó de Virgilio luego de conocerlo?

—Siempre me pareció alguien difícil de descifrar. Durante el rodaje terminé de entender su profunda humanidad, y me resulta muy simpático, me cae muy bien, más lo conozco mejor me cae, lo mismo con todo su equipo. 

—¿Habiendo retratado a cocineros como Germán Martitegui, Mauro Colagreco o el barman Tato Giova-nnoni, sentís que premios  como el que ganó Virgilio sean su máxima aspiración? 

—Por un lado las estrellas Michelin no llegan a nuestras tierras, al menos de momento, y no creo a quien dicen que sea un premio pro- cocina francesa. De hecho, en Bangkok han premiado a una cocinera por su puesto callejero, que ya es famoso en el mundo entero. Sí creo que ha habido cierto tipo de mirada imperialista/colonialista en las cocinas más tradicionales, empezando por la francesa, ocupándose de colocar sus productos en el mundo. Y la cocina contemporánea está basada en la identidad, un concepto anti- globalización, donde pueda brillar con luz propia cada rincón del planeta con sus propios recursos de identidad.