Triunfo a medias del oficialismo y el anticipo de una nueva batalla
El oficialismo se anotó el freno a la embestida de la oposición por el veto a la ley de movilidad jubilatoria y el avance de la Boleta Unica de Papel. Pero también sufrió el rechazo histórico al DNU de los fondos de la SIDE y la sanción de la ley de financiamiento educativo, que será vetada y abrirá otro capítulo de negociaciones en la oposición.
El Congreso en la era Milei no da tregua, y la semana que cierra no fue la excepción. Sin embargo, ante la multiplicidad de temas que se encuentran pendientes, la mirada del oficialismo y de la oposición siempre es hacia adelante, sin omitir anotar los triunfos que se registraron en ambas orillas.
El más resonante fue el del miércoles pasado con el rechazo del oficialismo a la insistencia de una oposición mal amalgamada que no llegó a los dos tercios para cambiar el rumbo del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. En el espectro del oficialismo, destacan la consolidación del voto de los 87 “héroes”, como los definió Javier Milei, que alcanzaron para el rechazo.
En rigor, el número que necesitaban era de 83 por la cantidad de diputados presentes pero obtuvieron el número ideal, lo que les da mayores certezas para una nueva batalla que ya saben que es inminente. El otro triunfo que se anotó el Gobierno, y que puede haber sido sobredimensionado, es el de la Boleta Única de Papel, que después de varias idas y vueltas se aprobó con cambios en el Senado que obligarán a volver a la Cámara baja.
“Hoy es un día muy importante para nuestra Argentina. En el día de hoy aprobamos la Boleta Única de Papel. Cuando asumí como presidente del Senado fue el primer proyecto que empujé para que fuera tratado en el recinto y lo voté como diputada”, recordó Victoria Villarruel al término de una sesión en donde no pudo frenar la embestida de la oposición para rechazar el DNU del otorgamiento de 100 mil millones de pesos para gastos reservados de la SIDE.
Por una iniciativa de Patricia Bullrich, el oficialismo pretendió dejar el tema afuera de la sesión del jueves al pedir otra sesión pero de carácter secreto para tratar el tema, vinculado a inteligencia, por lo que merecería ese tratamiento. Pero los radicales gestaron una jugada con picardía y no firmaron la iniciativa, lo que alcanzó para que el Ejecutivo no pudiera avanzar con su plan. De esta manera, la discusión fue incluida directamente en el recinto y ya no quedaba escapatoria para LLA. 49 votos negativos, entre los que figuraron tres senadores del PRO, solo 11 afirmativos y 10 ausentes, fue el conteo final para el rechazo por primera vez en la historia para un DNU.
Tampoco tuvo suerte con el proyecto de ley de financiamiento educativo, que reunió 57 votos afirmativos, uno de los mayores registros para proyectos de relevancia que dejó al oficialismo de LLA practicamente solo.
Precisamente, ese número final y el anuncio del veto presidencial es lo que abrirá el próximo capítulo de discusiones en el Congreso, donde la oposición ya comenzó a cranear una nueva estrategia para intentar frenar el nuevo veto. “Hay que romper a esos 87” es la premisa que une a quienes le reconocen el triunfo al oficialismo pero que también despotrican por las fallas propias, que los dejaron cerca del objetivo. Según confirmaron fuentes parlamentarias a PERFIL, la intención es gestionar una nueva marcha multitudinaria a favor de mayores fondos para las universidades porque creen que “sin la fuerza de la gente no hay forma de disuadir” a quienes rechazaron el aumento jubilatorio y cualquier otro proyecto que pueda afectar los números del Estado.
“La marcha del 23 de abril será un poroto al lado de la que vendrá para defender la universidad, la educación no es un gasto, es el futuro de un país libre y desarrollado”, sostuvo el diputado radical Pablo Juliano, del sector interno que se referencia en el bonaerense Facundo Manes.
El compromiso de la UCR con la causa educativa ya anticipa una fuerte disputa interna sobre cuál será la postura del bloque de Rodrigo De Loredo, herido por el acuerdo de cinco de los suyos con el gobierno nacional.
“Desde nuestro lugar en la Cámara de Diputados vamos a hacer todo para que ese veto no quede firme. Espero que ningún colega se nos escape y todo el bloque de Diputados de UCR podamos levantar las banderas de la educación pública que siempre defendimos”, sostuvo en un tono casi amenazante la pampeana Marcela Coli en dirección a sus colegas radicales.
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