“Se termina Intercargo”, la advertencia del Presidente que aún no consigue su desguace

El Gobierno ya se percató que la privatización de Intercargo, la empresa estatal que se ocupa de brindar asistencia de despegue y aterrizaje de vuelos con las rampas incluidas, tiene bastantes obstáculos. Y buscará que la compañía desaparezca y que sus trabajadores sean absorbidos por otras firmas que se harán cargo del servicio, aunque todavía no hay una hoja de ruta diseñada con precisión para tal fin.

En concreto, y más allá de los anuncios oficiales y las palabras de Javier Milei, quien ayer expresó en Casa Rosada que “se termina Intercargo”, el oficialismo sabe que sí pretende privatizar la empresa debe barrer con el convenio colectivo de trabajo que pesa para los empleados. Así se lo hicieron saber, según dicen en La Libertad Avanza, cuatro empresarios que mostraron interés en adquirir la firma.

Se trata de un camino complejo porque toda modificación a un convenio colectivo de trabajo debe tener el visto bueno del gremio que representa a los trabajadores, en este caso la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), liderada por Edgardo Llano, un sindicalista combativo que no está acostumbrado a perder discusiones y que acusa a la administración libertaria de ejecutar “una política extorsionadora”.

Por eso, en Balcarce 50 el viernes, con resignación, admitían que “el mayor enemigo de la privatización es el propio gremio” y que gracias al convenio que está establecido para la actividad, los empleados poseen “privilegios” salariales que espantan a los inversionistas. “Así es inviable que alguien quiera Intercargo, no es rentable”,  comentan desde la administración libertaria, sin mencionar que la firma tuvo superávit en 2023 y en el primer semestre de 2024. Pese a su performance financiera, el Gobierno la incluyó en la nómina de firmas sujetas a privatización en la ley Bases.  

Con este escenario, la opción más redituable para el oficialismo es que, competencia mediante, la firma “se funda y desaparezca”, como remarcaron ante la consulta de PERFIL en Casa Rosada. El Gobierno anunció en septiembre la desregulación del servicio de rampas, mediante un decreto de necesidad y urgencia, esta semana volvió a insistir con el tema tras las medidas de fuerza de APA por despidos y ahora intentará que otras empresas aerocomerciales sean operativas y desplacen a Intercargo en sus tareas.

La empresa tuvo superávit en el año 2023 y en el primer semestre de 2024

Una en la que tienen depositadas expectativas es Flybondi, que comenzó a operar con sus rampas en Aeroparque y Ezeiza en las últimas horas. Además, admiten en LLA que comenzaron los contactos con los aeropuertos del interior para que también se sumen a prestar servicios. Y tienen una propuesta sobre la mesa para el sindicato, que generó rispideces: que los 3 mil trabajadores que dependen de la compañía estatal sean absorbidos por las nuevas firmas que comiencen a ejercer la actividad. Mientras tanto, autorizaron a la Policía de Seguridad Aeroportuaria a descargar valijas desde las rampas.

El sindicato de Llano ya avisó que todas las acciones del Gobierno son inviables y no hay acuerdo posible bajo estas condiciones. A su vez, como otros gremios de la actividad, muestra que su convenio colectivo no tiene particularidades ni demasiadas distancias con otros entendimientos que tiene el servicio en otros lugares del mundo.

La principal queja de Llano, entre otras, es que en la administración libertaria cerraron los canales de diálogo de manera intempestiva hasta el día viernes y los obligaron a tomar acciones directas, que podrían continuar.