Privatización del fútbol: una orden de Milei y la AFA como enemigo

“El que avisa no traiciona”, fue una de las últimas frases que escuchó Claudio “Chiqui” Tapia por parte del gobierno nacional meses atrás. Se la dijo Daniel Scioli cuando lo llamó para avisarle que el gobierno nacional estaba decidido a avanzar con la posibilidad de que los clubes de fútbol que hoy son sociedades civiles puedan transformarse en sociedades anónimas deportivas. Desde entonces, el diálogo entre la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y la gestión libertaria está roto.

Cuando todavía no había aterrizado en Estados Unidos y desde el vuelo privado que lo llevó al “campamento de millonarios” en Sun Valley, Javier Milei le avisó al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes que en minutos usaría sus redes sociales contra la AFA. Daniel Scioli viene trabajando desde que asumió en la reglamentación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y el desembarco oficial de Federico Sturzenegger en el Gobierno aceleró los movimientos. El texto se conocerá en los próximos días y para ganar la disputa mediática contra el fútbol el Gobierno decidió poner como enemigo a la AFA y Tapia.

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Pero el apuro del Gobierno tuvo otro empujón además de la llegada del ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Fue la imagen que se viralizó del Chiqui Tapia en el partido contra Canadá. En la Casa Rosada sostienen que la imagen de la dirigencia del fútbol es muy mala y que el dirigente Luciano Nakis le seque la transpiración al presidente de AFA en un palco le dio el contexto ideal al Gobierno para tratar de llevar la discusión a una pelea contra lo “rancio” del fútbol.

“Pregunta técnica: si AFA se opone a las Sociedades Anónimas Deportivas, ¿por qué motivo permite que el plantel titular provenga de estas sociedades? ¿Acaso será que los resultados son importantes y las SAD tienen a los mejores?”, escribió el mandatario en X (ex-Twitter) este viernes.

En el posteo, el líder libertario incluyó una imagen que muestra el equipo completo y detalla dónde juega cada jugador queriendo demostrar que se trata de clubes con capitales privados. La respuesta en las redes sociales no tardó en llegar: todos los jugadores argentinos salieron de clubes de barrio que no tienen nada que ver con capiales privados y sí con asociaciones civiles sin fines de lucro.

Aunque Javier Milei no suele estar detrás de cada medida del Gobierno que no tenga que ver con la economía, esta avanzada llega por una fuerte instrucción suya. Así se lo hizo saber a Daniel Scioli y a quienes también trabajan por estas horas en la reglamentación de las SAD, que ya estaban incluidas en el DNU 70/23: Federico Sturzenegger y también el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Ayer, mientras el Gobierno retomaba la guerra contra la AFA por las sociedades anónimas, la llegada de capitales privados al fútbol sufrió un nuevo revés. La Dirección Provincial de Personas Jurídicas de la Provincia de Buenos Aires declaró irregular e ineficaz la asamblea realizada por el Club Hernández de La Plata en la que se votó la posibilidad de que los privados “inviertan en el fútbol” y recibir dinero de “capitales externos”. El club ya había sido desafiliado de la Liga Costera Río de la Plata, por lo que quedó afuera de la asociación del fútbol.

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En la AFA guardan silencio sobre la nueva arremetida que encabezó este viernes el propio Javier Milei. Explican que ya dijeron todo lo que tenían que decir: “Un club podrá ser una SAD, lo que jamás podrá es, siendo SAD, integrar la AFA”, había dicho el tesorero de la institución y mano derecha del Chiqui Tapia.

Esperarán el texto de la reglamentación pero dicen, sin demasiada preocupación: las promesas de Milei de grandes capitales extranjeros parecen haber quedado como otras propuestas de campaña, como la dolarización y la eliminación de impuestos.