Milei utiliza el estallido interno de los partidos para sumar voluntades

El presidente Javier Milei se siente confiado. Según repiten en los pasillos de la Casa Rosada, su imagen dejó de caer. Las variables de la macroeconomía se estabilizaron y la inflación de septiembre logró perforar el 4%. En octubre, según repiten en el oficialismo, el número del IPC será aún más bajo.

Es en ese marco en el que el gobierno libertario intenta pivotear sobre la fragmentación de los distintos espacios políticos, y avanza en la búsqueda de consensos para aprobar el “primer presupuesto libertario” de la historia, que tiene el “déficit cero” como elemento innegociable. “Es lógico que quienes pensamos similares trabajemos juntos”, reflexionan en el Gobierno.

Desde luego, el tratamiento del Presupuesto y el trabajo de una agenda legislativa conjunta podría ser el preludio de una alianza electoral en 2025.     

La Casa Rosada ensayó un giro discursivo. Hasta hace escasos días el propio Milei decía públicamente que no le preocupaba no contar con ley de leyes. Incluso por lo bajo, en Casa Rosada señalaban que era la oposición la que estaba más interesada en que salga la ley, sobre todo los gobernadores.    

Pese a ello, el Presidente volvió a ponerse el traje de político. Recibió a gobernadores aliados del peronismo mientras que Santiago Caputo y Federico Sutrzenegger recibieron a un fragmentado radicalismo. En Casa Rosada se desentienden de las rupturas de los radicales. Con todo, en la Cámara baja señalan que Martín Menem viene manteniendo un diálogo fluido con un nutrido grupo de diputados radicales y que el trabajo de acercamiento ha sido minucioso.

Los gobernadores del Norte han conformado un “pool” para tener más músculo. Fueron recibidos en Olivos. Osvaldo Jaldo, Gustavo Sáenz, Raúl Jalil y Hugo Passalacqua.

Los mandatarios reclaman persistentemente el cumplimiento de la ejecución de las obras y el traspaso de las obras que fueron conveniadas, pero ambos puntos vienen demorados. Promesas incumplidas que erosionan la confianza de los gobernadores en la Casa Rosada.

El tucumano Jaldo está especialmente impaciente. Es que durante la etapa de Juan Manzur como jefe de Gabinete de Alberto se prometieron muchas obras.  

Los gobernadores ponen el ojo especialmente en los recursos que, entienden, el Gobierno tendrá disponibles. Es que según trasciende, creen que existe una subestimación de la inflación (18,3%), lo que les dará aire en materia de fondos al Tesoro. Con todo, el Gobierno todavía no se muestra dispuesto a abrir la billetera.  

En Casa Rosada masticaron bronca a su vez tras la reunión con el radicalismo que también incluyó al bloque del PRO.

El grupo de diputados encabezados por Rodrigo de Loredo declararon que habían logrado que el Gobierno desista de poner en el Presupuesto el artículo que daba de baja la obligación de invertir el 6% del PBI en educación y el 1% en ciencia y tecnología. El oficialismo venía manteniendo diálogos similares en paralelo con otras bancadas proclives a acompañar. Al mismo tiempo, les bajaron el tono a las declaraciones de la UCR. Señalaron que esos puntos nunca se cumplieron y que es un gesto simbólico quitar el artículo controversial del Presupuesto.         

Distinto es el escenario con los mandatarios del PRO, que se reunieron con el Presidente el jueves en un almuerzo en Casa Rosada. El PRO advirtió a modo de amenaza que no acompañarán la iniciativa en caso de que no se cumplan los reiterados pedidos que vienen realizando.  

En concreto, los gobernadores amarillos vienen reclamando que se discutan las asignaciones específicas. Por ejemplo, en lo relacionado con el impuesto a los combustibles. Lo recaudado por dicho tributo se supone que debe engrosar el Fondo Compensador del Transporte; sin embargo, ese fondo fue recortado a principios de año.

En ese marco, los mandatarios reclaman o que bien se coparticipe lo recaudado o que en su defecto se dé de baja el tributo. También solicitaron que se encuentre un mecanismo de distribución para el remanente de ATN que Guillermo Francos aún no transfirió.