Macri se aferra al poder parlamentario, pero en el PRO se multiplican los cruces internos
El expresidente confía en que el partido que preside jugará a fondo en las legislativas del año próximo, pero mantiene la preocupación porque las últimas votaciones revelaron que sus decisiones no se cumplen a rajatabla en el Congreso. El caso Kueider dejó al descubierto esta situación en el Senado, donde el propio jefe del bloque, Luis Juez, se desmarcó de la posición de suspender al senador que había auspiciado Macri. En Diputados también siguen los roces.
Mauricio Macri estaba contento. Había escuchado el viernes al mediodía los discursos de su primo Jorge, el jefe de Gobierno, y de María Eugenia Vidal en el cierre del año del PRO en el Hotel Abasto y sentía que, a pesar de la lejanía con el Gobierno, había podido marcar el camino a futuro: con o sin acuerdo con el oficialismo, el partido que creó y que ahora preside jugará a fondo en 2025 en las parlamentarias. Y que, de no existir listas conjuntas con La Libertad Avanza, sus bloques parlamentarios se endurecerán en sus posicionamientos y marcarán la agenda del Congreso.
El PRO logró desplegar este año temáticas e instalar debates, en particular a partir de informes de la Fundación Pensar, que preside Vidal y que tuvo un nuevo aire desde este año, y con la impronta de los bloques parlamentarios a nivel nacional.
Sin embargo, ese ímpetu comenzó a chocar con una realidad: ya las decisiones que emanan de la mesa ejecutiva del PRO no tienen siempre un correlato inequívoco en el Parlamento.
Hubo dos hechos que marcaron esto. El primero se dio el miércoles, cuando la bancada Frente PRO que preside Luis Juez (que en rigor tiene su propio partido provincial en Córdoba) decidió votar dividida en el caso del senador Edgardo Kueider. El tema fue más escandaloso de lo que trascendió: mientras Juez estaba sentado en su banca esperando que comience la sesión, la mesa ejecutiva del PRO que integra el propio Macri con los gobernadores del partido y sus principales figuras lanzaron un comunicado donde aseguraban que el partido acompañaría la suspensión y el desafuero del entrerriano.
Apenas unas horas después, Juez y la larretista Guadalupe Tagliaferri –muy lejos del PRO ya y orgánica de MAD, el movimiento de Larreta– decidieron acompañar la expulsión de Kueider. El bloque se quebró: cuatro senadores votaron en contra de esa decisión, en consonancia con los deseos de la mesa ejecutiva partidaria. En el caso cordobés, la compañera de fórmula de Juez, Carmen Álvarez Rivero, fue una de las que no se movieron de la decisión partidaria. Lo mismo hicieron Alfredo de Ángeli, de Entre Ríos (uno de los pocos que dieron la cara por su voto), el misionero Martín Goerling (quien supo estar cerca de Patricia Bullrich) y la chubutense Andrea Cristina, quien trabaja para el gobernador Nacho Torres, uno de los dirigentes predilectos de Macri en estos meses (a tal punto que lo puso como ejemplo de gestión el viernes en su alocución ante el consejo nacional del PRO).
Con todo, la falta de homogeneidad en los bloques parlamentarios alcanza también a Diputados, donde el peso institucional es mucho mayor ya que es una de las minorías claves, muy cerca del oficialismo. Tan clave que Macri reiteró el viernes que el blindaje a los dos vetos del presidente Javier Milei hubieran sido imposibles sin el bloque que preside Cristian Ritondo.
Sin embargo, las tensiones al interior de la bancada no suturan aún. Luego de una denuncia contra Ritondo vinculada a presuntas propiedades en el exterior, a las 48 horas Silvia Lospennato no tuvo mejor idea que subir un video a sus redes sobre el Día de la Lucha contra la Corrupción. Allí mostraba un video de ella misma hablando de Ficha Limpia (cuyo proyecto Ritondo impulsó) cuando Emilio Monzó presidía Diputados en 2019.
Eso no es todo: aunque aún no romperán el bloque, los legisladores bullrichistas, sobre todo aquellos que quieren renovar su banca en 2025, volverán a tensionar las posiciones en favor del Gobierno. Fernando Iglesias es uno de los primeros anotados en ese sentido.
Acaso por ello las reuniones de bloque quedaron suspendidas hasta el año que viene: solo se habilitarán cuando se anuncien sesiones extraordinarias.
En la Ciudad, la casa histórica del PRO, el jueves se volvió a vivir otro capítulo de estas diferencias internas del PRO. Mientras se estaba por debatir el Presupuesto 2025 para Jorge Macri, por primera vez los tres legisladores porteños que responden a Bullrich, comandados por Juan Pablo Arenaza –exjefe de campaña de la ministra de Seguridad– votaron en contra de la ley de leyes.
Con un bloque muy pequeño, el PRO tuvo que recurrir a sus aliados de la UCR, la Coalición Cívica y Confianza Pública (de Graciela Ocaña) más el aporte de Ramiro Marra y sus legisladores cercanos para poder sancionar la iniciativa.
Aunque los bullrichistas, al igual que en Diputados, no romperán la bancada aún, ya vienen trabajando en conjunto con Pilar Ramírez, la jefe porteña de La Libertad Avanza, con quienes preparan un frente de cara las próximas elecciones de la Ciudad.
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