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Los personalismos, la conveniencia y los viejos rencores, enemigos del acuerdo LLA-PRO

Armadores. Karina Milei junto a Martín y Eduardo “Lule” Menem, Bornoroni y Almirón. Macri y Ritondo, figuras centrales de las negociaciones por el lado del PRO. Foto: cedoc

El acuerdo que el PRO de Mauricio Macri quiere rubricar con La Libertad Avanza de cara a las elecciones no es simple ni lineal y contiene varios puntos por saldar. Desde la definición de candidaturas hasta las reticencias que tienen las principales espadas del oficialismo ante el macrismo.

Uno de los escollos que enfrentará el posible pacto entre las fuerzas tiene nombre y apellido y se llama Karina Milei.

La secretaria General de la Presidencia y miembro del triángulo de hierro a cargo del poder del Estado, en tándem con su hermano Javier y Santiago Caputo, trabaja duramente para que el oficialismo tenga candidatos “puros” en cada distrito. Y aquel dirigente que no sepa alinearse sabe que no tiene posibilidad de pertenecer a su ecosistema.

Ante PERFIL, un armador de LLA del interior reconoce que “Karina no quiere liderazgos genuinos, quiere solo a aquellos que se adaptan a su modo de conducir” y anticipa fricciones con el PRO. “Si se llega a un acuerdo, será un matrimonio forzado y en política los matrimonios por conveniencia nunca terminan bien”, resalta el dirigente.

Al lado de Karina, se ubican dos personas de suma confianza para ella y que mantienen resistencias al pacto con el partido amarillo. Son Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, y Eduardo “Lule” Menem, integrante del área que comanda la hermana del jefe de Estado y armador de la estructura del partido libertario a nivel nacional. Los Menem siempre desconfiaron de Macri, sobre todo desde que supieron que cuestionó la conducción del Congreso en sus encuentros con Javier Milei. En agosto pasado, el referente del PRO blanqueó sus críticas, en una clara alusión a la tarea del diputado riojano.

“Yo fui un pésimo diputado, pero rápidamente entendí la dinámica del Congreso y hay que saber conducirlo. Es lo que discuto cotidianamente con Milei. Se requiere profesionalismo”, fueron las palabras del exmandatario en un acto de la Fundación Pensar en Entre Ríos. Los Menem todavía no perdonan las frases. Y en aquel entonces, la réplica llegó de parte de un karinista, el jefe de bloque de LLA, Gabriel Bornoroni, quien mantiene un excelente vínculo tanto con Martín como con “Lule”: “Hay algunos que dicen que ‘hay que saber conducir el Congreso’. Son los mismos que no supieron conducir el Ejecutivo cuando tuvieron su oportunidad”, publicó el diputado en su cuenta de X.

Otro dique de contención a Macri es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien se encargó de colocar reparos a un eventual entendimiento porque “no es el momento”.

“Macri dijo que estaba de acuerdo, pero después planteó el tema de una comisión y nosotros todavía no hemos hablado de comisiones, porque el sector político entiende que aún estamos lejos del acto electoral”, dijo el ministro coordinador que pretende que, primero, aparezca el consenso en torno al paquete de leyes que el Gobierno quiere aprobar en sesiones extraordinarias.

Con todo, los dardos por lo bajo a Macri siguen floreciendo en las filas libertarias, sobre todo luego de que el alcalde porteño, Jorge Macri, diga que su primo puede integrar una boleta este año. “Se nota que están desesperados para jugar la carta de Mauricio candidato, no tienen nada y saben que La Libertad Avanza puede ganar en su quinta, porque además la gestión de la Ciudad es muy mala”, dicen en Balcarce 50.

También, afirman que el Gobierno ya tiene al PRO “más duro”, en referencia a la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio de 2023 que integra el Gabinete (integrada por los actuales ministros Patricia Bullrich y Luis Petri) y que ven a Mauricio Macri fluctuando en dos posiciones.

“Macri tiene dos angelitos: uno bueno, que busca acuerdos sin pedir nada a cambio, con convicciones y otro malo que lo hace pedir muchas cosas”, añaden.