el gobierno no logra el acuerdo

Lijo y García Mansilla, cada vez más lejos de la Corte Suprema

Audiencia. El juez Lijo en su defensa de la candidatura. Foto: NA

El año legislativo llega a su tramo final con todas las energías del Gobierno puestas en el tratamiento del Presupuesto 2025. Es por ello que los nombres propuestos para integrar la Corte Suprema de Justicia, el juez Ariel Lijo y el catedrático Manuel García Mansilla, quedan cada vez más lejos, sobre todo, porque el año próximo será electoral y es difícil imaginar acuerdos con Cristina Kirchner.

Pese a ello, en la Casa Rosada continúan siendo optimistas. Creen que podrían obtener primero la firma de los dictámenes, para luego ir a buscar los votos en el recinto. Se requiere mayoría agravada. Con todo, el oficialismo no logra vencer la oposición del peronismo ni seducir a radicales.

Según reconocen, en la Comisión de Acuerdos que preside Guadalupe Tagliaferri el dictamen de Lijo cuenta hoy por hoy con ocho firmas, mientras que García Mansilla continúa con menos apoyos: seis firmas. Para que estén listos para ser debatidos en el recinto, necesitan nueve firmas cada uno.

En el poroteo de la Comisión, en Gobierno señalan que es Tagliaferri (senadora porteña cercana a Larreta) quien debería estampar la firma en el dictamen de Lijo para llegar a nueve. Es que Carolina Losada ya avisó que no acompañará al magistrado de Comodoro Py en la nominación, y el resto de la comisión pertenece al peronismo que se abroqueló en el rechazo.   

Al mismo tiempo insisten con que quieren que salgan los dos pliegos o ninguno.

La Casa Rosada intentó ponerle celeridad al trámite con el objetivo de llegar a tener los dos nombres aprobados para septiembre, cuando la Corte eligió nuevo presidente. Eso no sólo no sucedió, sino que Horacio Rosatti fue reelecto al frente del máximo tribunal. Rosatti es de los integrantes de la Corte quien mayores señales de diferencias con la Casa Rosada ha mostrado, pese a que mantuvo canales de diálogo con el asesor estrella, Santiago Caputo.   

En el Gobierno, sostienen que todavía no han ingresado en el detalle fino de una negociación con el peronismo que tiene 33 senadores, lo que convierte al bloque indispensable para alcanzar la mayoría agravada requerida. Es que el kirchnerismo todavía le achaca a Caputo, (el principal articulador de la estrategia oficialista) haberse lanzado con los nombres sin haber antes sondeado la opinión del bloque mayoritario.  

Los mensajes llegan a través de Sebastián Amerio, el viceministro de Justicia quien mantiene diálogo con Juan Martín Mena, brazo judicial de Cristina. Hay quienes señalan que Caputo también tiene vasos comunicantes con Eduardo “Wado” de Pedro, aunque en el entorno del senador bonaerense rechazan cualquier tipo de contacto.  

En la cúpula libertaria creen que la Cámara Federal de Casación Penal ratificará el próximo 13 de noviembre la condena de primera instancia por la “Causa Vialidad”, contra Cristina, con seis años de prisión. ¿Intuición o información?

Más allá de las especulaciones entienden que Cristina debería ser la principal interesada en discutir un nuevo esquema para el máximo tribunal, dado que se le agotan las instancias judiciales.

No solo el peronismo planteó la ampliación de la Corte Suprema. También otras senadoras como Alejandra Vigo o Lucila Crexell. La Casa Rosada se resiste a discutir cualquier ampliación mientras no estén sus dos pliegos aprobados.