Ley de Bases: las disidencias en la previa encienden alertas en el Senado y prometen una sesión sinuosa

“Tenemos dictamen. Fin”, posteó el miércoles por la noche el vocero presidencial Manuel Adorni, como resumen de lo sucedido en la última jornada de la discusión en comisiones de la ley Bases.

La confirmación llegó casi en simultáneo a la del presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, quien se apuró a dar la novedad, incluso mucho antes que lo pudiera hacer su par de la Cámara alta Victoria Villarruel, quien prefirió tener chequeadas todas las firmas antes de anotarse el triunfo.

Lo cierto es que el despacho firmado en tres comisiones no significa necesariamente el “fin”, como pretendió anticipar Adorni. La ley Bases, que dejó de llamarse informalmente “ómnibus” porque perdió más de la mitad de sus artículos originales, recibió diez firmas “puras” sin disidencias de los referentes de La Libertad Avanza y algunos del PRO. Pero al mismo tiempo obtuvo otras diez firmas “en disidencia”, valoradas para el trámite final, pero que preocupan por las derivaciones que puede llegar a tener esa actitud en el recinto. De acuerdo a la perspectiva del gobierno nacional, el tratamiento en el recinto será en la semana del 10 de junio, con posibilidades de tratamiento entre el miércoles 12 y el jueves 13, y se daría una aprobación con modificaciones que obligará el regreso del texto a Diputados.

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Martín Lousteau, uno de los más incisivos en la discusión tanto de la ley Bases como del paquete fiscal presentará un dictamen propio, una circunstancia que en el Senado se permite hasta apenas unos momentos antes del inicio de la sesión con la debida notificación por escrito a la Presidencia. Maximiliano Abad, también del bloque de la UCR, decidió no acompañar el dictamen aunque se estima que votará positivo en general.

Las múltiples manifestaciones de disconformidad sobre la versión final anticipan una sesión sinuosa, que tendrá varias estaciones previas de conversaciones. José Carambia, del bloque Por Santa Cruz, fue uno de los que firmó en disidencia y fue precisamente su compañera de bloque la que se encargó de anticipar que no todo está garantizado para el oficialismo. Desde la provincia patagónica celebraron que se logró aumentar las regalías petroleras al cinco por ciento.

Sin embargo, la senadora remarcó: “No queremos que se privatice Aerolíneas ni el Correo. Tampoco acompañaremos Ganancias ni la reforma laboral”, dijo este viernes. Sobre Ganancias, la santacruceña insistió en que no se vuelva a pagar el impuesto y que en cambio se coparticipe el impuesto al cheque o el impuesto PAIS.

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Otro de los que firmó “en disconformidad” a último momento fue el entrerriano Edgardo Kueider, quien con su acercamiento a LLA ya se compró un problema con el PJ entrerriano que ya se pregunta “cómo va a volver” a la provincia si se aprueba la ley. Kueider mantuvo de manera sostenida el reclamo para que Entre Ríos pague una tarifa diferenciada de energía por ser una de las provincias generadoras, pero por el momento ese eje no se concretó. También mostraron sus reparos los radicales Pablo Blanco, Flavio Fama, Víctor Zimmerman y Eduardo Vischi, jefe del bloque.

En el radicalismo la reforma laboral sigue haciendo ruido y según supo PERFIL no fue bien recibido que se haya eliminado el artículo 62 que requería el consentimiento del trabajador para que se le pudiera cobrar la cuota sindical y que deje de ser obligatoria como hasta ahora. Sin embargo, los votos en general no correrían peligro en principio.

Fama, quien tuvo que salir a aclarar que fue de los primeros en firmar en una noche en la que no aparecían los avales, fue uno de los que respaldó el RIGI, que incentiva las grandes inversiones y que fue cuestionado desde varios sectores por no tener en cuenta a las Pymes que quedan en inferioridad de condiciones.

LT