La Anses pierde peso en el Presupuesto y crecen los subsidios y servicio de deuda
Los gastos en jubilaciones y pensiones representaron el 46% entre enero y marzo de 2021 y cayeron al 41% este año. En cambio, los subsidios energéticos más que duplicaron su peso.
Las jubilaciones y pensiones volvieron a ser prenda de ajuste en las cuentas públicas. Así lo muestra la ejecución presupuestaria del primer trimestre, que deja en evidencia que lo gastado por la Anses representa un porcentaje menor sobre el total de los gastos del Estado que lo ejecutado en el primer trimestre del año pasado. Por el contrario, los subsidios energéticos, el pago de deudas y algunos planes sociales crecen.
Entre enero y marzo de 2021, los gastos devengados por la Anses representaron el 46,4% de todo lo que había ejecutado la administración nacional en ese período. Este año, sin embargo, esa cifra bajó al 41,4%. Así, el peso del organismo que conduce la camporista Fernanda Raverta en el presupuesto perdió 5 puntos porcentuales. Estos números son previos a la decisión del Gobierno de dar un bono de $ 6 mil para los jubilados y pensionados que cobran la mínima, algo que recién impactará en las cuentas públicas de abril.
En medio de tensiones en el Frente de Todos por cómo se ejecutan los escasos recursos, y en la antesala a que el ministro de Economía, Martín Guzmán, deba presentar las planillas actualizadas del Presupuesto 2022 (compromiso al que llegó en el acuerdo con el FMI), esta distribución de las partidas está en el centro de la escena.
Lo controvertido, para la lógica kirchnerista, es que ganaron peso en la ejecución de gastos los subsidios energéticos, que son los que Guzmán plantea reducir con mayor velocidad y La Cámpora se opone. En el primer trimestre de 2021, el programa que gira fondos a la empresas de energía eléctrica representaba el 4,2% del total de gastos. En 2022, sin el impacto todavía de los aumentos generados por la invasión rusa a Ucrania, el peso de los subsidios más que se duplicó: significó el 8,7% del total.
La otra partida que proporcionalmente crece más que las jubilaciones son los servicios de la deuda. Con pagos al FMI, pero también vencimientos cada vez más abultados de deuda en pesos, el ítem “servicios de la deuda” en el primer trimestre de 2021 fue el 6,8% del total, y aumentó al 9,3%.
Esto significa que se destinó más plata para subsidios energéticos y el pago de la deuda pública que para jubilaciones y pensiones. Analizado desde otro ángulo, el total de gastos en el primer trimestre de este año ($ 3.063.031 millones) fue un 79% mayor al del mismo período de 2021. Los subsidios a la energía (273%) y el pago de la deuda (144%) crecieron muy por encima de ese porcentaje, mientras que la Anses quedó por debajo (60%).
Los planes sociales, ayuda directa que da el Estado, también crecieron por encima del promedio general y pasaron a tener mayor peso en los gastos del primer trimestre. El programa Potencia Trabajo, por ejemplo, que está en plena discusión por los piqueteros más duros que exigen sumar más beneficiarios, pasó a representar el 1,9% del total entre enero y marzo de 2021 a 2,7% en 2022.
Más moderado fue el crecimiento del ítem “Políticas alimentarias”, donde se inscribe la Tarjeta Alimentar. Pasó de significar el 1,8% del total en 2021 al 2,1% este año. Al igual que el bono de abril a los jubilados, en este caso tampoco impactó el aumento de un 50% en los montos que anunció el Gobierno esta semana.
Por el lado contrario, otro de los programas con mayor impacto en las cuentas públicas en perder peso en el presupuesto es el de las pensiones por invalidez, que reparte la Agencia de Discapacidad. En el primer trimestre de 2021 representó el 2,5% y este año cayó a 1,5%.