CONSUMO

Hay cinco productos alimenticios que se resisten a desinflarse y le ponen presión al índice de junio

Aunque en mayo el rubro alimenticio estuvo, por primera vez en lo que va de este año, por debajo del promedio mensual, existen algunos casos en los que se ubican por encima.

Impuestos. Un estudio de FADA revela que uno de cada cuatro pesos que se pagan son tributos. Foto: cedoc

La carga impositiva representa hasta un 25% del valor de los alimentos que pagan los consumidores. La inflación en este rubro, que fue en promedio del 5,8% en mayo según el Indec, se comportó de manera despareja: al menos cinco productos de primera necesidad subieron muy por encima de este porcentaje.

El tomate redondo, por ejemplo, creció en precio un 38,4% con respecto a abril. Sin embargo, según el último estudio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), los productores se quedan apenas con el 19,7%. El resto del valor se explica por componentes como la estacionalidad, los gastos de distribución y los impuestos, directos e indirectos, que se pagan por producir y trasladar el producto. Salvador Femenía, secretario de prensa de CAME, explicó a PERFIL que “no es una buena época para la oferta de tomate” debido a que, si bien la estacionalidad no tiene el impacto que tuvo en otros momentos de la historia, no deja de tener peso en la calidad y el precio de los productos.

Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal “se identificó la existencia de 148 diferentes tipos de tributos a lo largo de nuestro país”, entre los que se encuentran impuestos, tasas, contribuciones y derechos. Gran parte de los costos finales de los alimentos se compone precisamente por estos cargos.

 

El azúcar (29,1%), el arroz (18%), el pan francés (13,1%), la leche y los huevos (9,8%) fueron los que más aumentaron en mayo.

Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), un cuarto del precio que consumimos los argentinos se explica por impuestos. La Fundación analizó la composición de los precios de tres productos básicos, como la carne, el pan y la leche. El estudio concluyó que uno de cada cuatro pesos del precio final son impuestos, y que tres de cada cuatro de estos tributos son nacionales.

Con respecto al precio del pan, según FADA, se compone de la siguiente manera: “el trigo representa el 13%, el molino el 4%, la panadería el 60% y los impuestos el 23%”. Del precio que se encuentra en góndola, solamente el 13,6% es ganancia, pero los impuestos se llevan más que el productor. En tanto, el 77,4% de esos impuestos son nacionales. Los que mayor participación tienen son el IVA (45%), Ganancias (25,7%) e Ingresos Brutos (18,9%).

Por la leche, que también aumentó por encima de la inflación promedio, el consumidor paga un gran porcentaje de impuestos. “Si se analiza la composición del precio del sachet de leche, desde la producción primaria hasta el consumidor final, 74,8% son costos de producción”.

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En resumidas cuentas, el precio por litro de la leche se explica de la siguiente manera: el tambo 31%, industria el 28%, comercio 16% e impuestos el 25%. De esos impuestos el 78,4% son nacionales, 17,1% provinciales y 4,5% municipales. El IVA representa en este caso el 68,6%.

Los huevos, que también aumentaron su precio por encima del nivel de inflación de mayo, tienen una mayor participación del productor en la cadena de valor. Según CAME, este valor representa el 48,7% del precio final. Esto se explica por los sistemas de producción integrados, “lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio”, detallaron.

Con respecto al resto de los productos que más aumentaron, los miembros de FADA y CAME, que regularmente realizan este tipo de estudios, le comentaron a PERFIL que en esta oportunidad resulta difícil hacer mediciones sobre la composición de precios, debido a la dispersión y falta de referencias a la hora de hacer estos cálculos.

 

Los alimentos se desaceleran en la primera mitad del mes

Los alimentos acumularon aumentos de precios del 1,3% durante la primera quincena de junio, manteniendo de esta manera una desaceleración con relación a lo ocurrido durante mayo.

Los datos se desprenden de un informe de la consultora LCG, que precisó un alza en los valores de la comida del 0,74% en la segunda semana de este mes.

De esta forma, la inflación de “punta a punta” entre la última quincena de mayo y las dos primeras de junio marca un aumento de precios del 5,2%.

En mayo el rubro incrementó 5,8% y se ubicó por debajo del IPC general

En tanto, los aumentos en la segunda semana de junio estuvieron liderados por los rubros de bebidas e infusiones (3,1%), productos lácteos (2,2%), azúcar (2%), panificados (1,7%), aceites (0,9%) y verduras (0,7%). Por otra parte, y durante este mismo período, carnes y frutas contribuyeron con bajas del 1%.

“El porcentaje de productos con aumentos semanales fue del 20% y se sostiene debajo del promedio por tercera semana consecutiva”, indicó el informe de la consultora.

Por otro lado, al promediarse las últimas cuatro semanas, la evolución de los precios fue la siguiente: el aceite aumentó 15%, los lácteos y huevos el 10,3%, el azúcar 9,7%, los productos panificados un 7,7%, las bebidas 6,5%, carnes un 3,8% y las frutas treparon 3%.

Siempre de acuerdo a los datos de LCG, la carne aún refleja un atraso en cuanto a la inflación del 10,6% respecto del resto de los alimentos medidos desde junio.

La consultora realiza este relevamiento mediante la modalidad de web scraping, evaluando 8 mil productos en cinco supermercados.