Comunicación y relato

El saludo de Elon Musk y el sueño de Santiago Caputo de construir un Imperio Romano

El gesto del dueño de Tesla en la asunción de Donald Trump fue repudiado por su reminiscencia a la Alemania nazi, pero sus defensores aseguraron que fue una reivindicación romana. Por qué las nuevas derechas están fascinadas con este periódo histórico y cómo se replica la estrategia en Argetina.

La Libertad Avanza y el Imperio Romano Foto: Cedoc Perfil

Lo que dicen: reivindicamos al Imperio Romano porque es la cuna de la civilización occidental. Lo que se ve: un despliegue performático con escenas virales. Lo que parece: el retorno a la utilización de símbolos nazis y fascistas. Lo que es: un deliberado trabajo de comunicación política. El saludo de Elon Musk en el acto de asunción de Donald Trump confirmó que las nuevas derechas del mundo utilizan la misma caja de herramientas para hacerse notar. Provocación, construcción de pasado épico y un lenguaje que alimenta la fantasía masculina del emperador todopoderoso… un paquete a la medida de los tiempos que corren.

El "saludo romano" de Musk, que generó repudios por su similitud con el saludo de la Alemania nazi, se inscribe en la fascinación de los movimientos de extrema derecha con el Imperio Romano. En Argentina, la reivindicación de este momento histórico ya se convirtió en parte de la estrategia comunicacional que lleva el sello de Santiago Caputo. 

Santiago Caputo: Tiros, líos y tatuajes

El asesor presidencial no duda a la hora de colgar estandartes a lo Benito Mussolini en el lanzamiento de las Fuerzas del Cielo, jugar al misterioso con publicaciones en latín en redes sociales o filtrar a la prensa una foto en la que se ve, sobre su escritorio, el libro de Marcos Peña “apuñalado” con un cuchillo que lleva una inscripción romana. Y Javier Milei, por supuesto, lo sigue. Sin ir más lejos, en su último discurso en el Instituto Milken, en Estados Unidos, el presidente habló del “potencial” que tiene el país “para convertirse en la Roma del siglo XXI”. 

Las referencias romanas son una constante en La Libertad Avanza y la militancia digital lo entendió. En redes, los seguidores de Milei utilizan la inteligencia artificial para recrear al presidente como si fuera el emperador Augusto o Julio César. La precisión histórica no es una preocupación. La clave es la grandilocuencia

El consultor Mario Riorda explica que “la construcción de un mito de gobierno es la apelación al pasado como elemento generador de identidad”, un elemento central  en todo proyecto de comunicación gubernamental. Y agrega: “No es algo malo. Al contrario. Pero será tu ética o tu convicción la que te diga si te gusta más reflejarte en procesos democráticos o en procesos autoritarios”. 

El Imperio Romano fue clave en la construcción simbólica de  Adolf Hitler y Benito Mussolini. Después de la Segunda Guerra Mundial, las referencias a este período habían quedado tan asociadas al nazismo que nadie hubiera imaginado posible que volvieran a ser tomadas por referentes políticos democráticos. Sin embargo, las extremas derechas llegaron para romper buena parte de los consensos construidos en la segunda mitad del siglo XX.

Las batallas y los gladiadores épicos, narrados hasta el cansancio por Hollywood, conectan con un sector que pretende regresar a un pasado imaginario de grandeza. Y estos relatos, por supuesto, no se pueden construir sin la figura de un hombre viril y potente dispuesto a tomar el mando. 

Imperio Romano: el pasado sagrado elegido por Caputo y Milei 

El asesor presidencial Caputo es quien marca el pulso de la estrategia comunicacional y lleva meses insistiendo en estos mensajes. El 26 de enero, en una de las cuentas de X que se le atribuyen, publicó: “Ave César”. Se trata de una expresión latina que significa “Salve, César" y que se utilizaba para saludar a las autoridades en tiempos de la antigua Roma. En la militancia digital libertaria, según recopiló el periodista Sebastián Bruno, hay otra frase que se repite: “Ave Miller”, uno de los apodos con los que se nombra a Milei en redes

Las referencias a "lo romano" no son una novedad en las provocaciones de Caputo. En agosto de 2024 filtró a la prensa una foto con el libro de Marcos Peña con un cuchillo clavado. El instrumento tenía la inscripción latina SPQR (“Senātus Populusque Rōmānus o “El Senado y el Pueblo romano”). Según contó en ese momento el periodista Rodis Recalt, “en el pensamiento del novel asesor presidencial está la idea de que la imagen de Milei debe asemejarse a la de un emperador, porque no tiene estructura política que lo sostenga, por lo que una figura que represente grandeza debería servir para sostener la gobernabilidad”. 

El momento de mayor discusión sobre este asunto fue en noviembre de 2024, cuando Daniel Parisini (El Gordo Dan) presentó la agrupación Las Fuerzas del Cielo en un evento en San Miguel en el que habló de la guardia pretoriana de Milei y jugó con la idea del “brazo armado” de La Libertad Avanza. En el escenario habían colgado banderas con estética fascista en las que se leía Dios, Patria y Familia. La provocación surtió efecto: el evento fue noticia en medios internacionales.  Los dirigentes, después del revuelo, dijeron que se trató de una estética romana. 

Con más o menos calidad, funcionarios y militantes replican imágenes de Milei como si fuera un emperador o un gladiador. Las Inteligencia Artificial aporta una potencia atractiva. Algunas piezas cruzan el límite de lo absurdo, como un video en el que desde La Libertad Avanza Villa Allende fantasean con la idea de que el presidente, si pudiera viajar en el tiempo, podría salvar al Imperio Romano de su caída. ¿Las razones? Dicen que el gran problema en aquel momento fue déficit fiscal y la inflación. La imaginación no tiene fronteras. 

Está claro que en este terreno la verdad, los hechos o la precisión histórica no tienen un rol importante. Por poner un ejemplo, en su discurso durante la presentación del Presupuesto 2025, en el Congreso, Milei aseguró: “Como dijo Cicerón, cuanto más se acerca el colapso de un imperio, más estúpidas son sus leyes”. Sin embargo, no existen registros de que el filósofo romano haya pronunciado o escrito la frase. 

Aquel “error” de Milei se convirtió en título de todos los medios. Sin embargo, Riorda retoma el concepto de Claude Lévi-Strauss del “bricolage artesanal de hechos” y explica: “Se arma un bricolaje con lo que se decide comunicar, recrear y exagerar. La reproducción de un proceso histórico depende más del líder actual que del pasado que rememora en sí. por eso hablamos de un revisionismo arbitrario que muchas veces está cargado de ficción”. 

El manual de las extremas derechas 

En la búsqueda de una construcción identitaria se puede apelar a procesos históricos de ciclos largos o cortos. Pueden servir como punto de identificación o diferenciación. Riorda pone ejemplos de lo más variados: el presidente de China, Xi Jinping, evocó la Dinastía Ming y los tiempos de la Ruta de la Seda; Hugo Chávez, en Venezuela, la Patria Grande y el bolivarianismo; Evo Morales, en Bolivia, se enfocó en las experiencias del corto plazo y empujó la reforma constitucional sobre la base de no repetir modelos neoliberales. El concepto MAGA, de Donald Trump, es la máxima expresión de esta estrategia: “Make America Great Again es la reivindicación de la época de Reagan, pero también es sigla identitaria y slogan”, agrega el consultor. 

Milei “usa” la antigüedad clásica para legitimar un proyecto de exclusión

Milei fue buscando su “pasado sagrado”. Hubo un momento en que la Argentina de 1880 era la referencia preferida del economista. Sin embargo, la potencia de los romanos fue desplazando a Roca y Sarmiento. No se trata de un gran descubrimiento de Caputo. En Europa y Estados Unidos, los movimientos de extrema derecha llevan un buen tiempo trabajando en esta línea

El antropólogo y youtuber Mikel Herrán, en 2023, publicó un videoensayo a partir de una tendencia de TikTok que mostraba a mujeres jóvenes preguntándoles a sus novios cada cuánto tiempo pensaban en el Imperio Romano. El divulgador repasa cuentas en redes sociales que reivindicaban este momento histórico y cuenta que buena parte de ellas “son parte de lo que se conoce como ‘Retvrn’, un movimiento online basado en el tradicionalismo y la idea de volver a unos valores que se supone que hemos perdido”. La clave de su éxito, dice, es que “apelan a una emoción que es muy poderosa: la nostalgia”. 

En Argentina, la filósofa Danila Suárez Tomé y la doctora en Letras Natalí Incaminato siguen de cerca el ascenso de estos movimientos en diferentes países del mundo y de qué manera se replican en Argentina. En un artículo publicado en Ecofeminita, en el que analizan la misoginia y el baclash antifeminista en la construcción identitaria de estos grupos, sostienen: “Esta apelación a un ‘patrimonio perdido’ conecta a esta tendencia con otro fenómeno surgido de la manósfera: la nostalgia de civilizaciones pasadas, como el imperio romano”. 

La respuesta de Luciana Peker a Javier Milei y su discurso anti woke

Las autoras retoman a la historiadora Mary Beard y dicen: “La fantasía masculinista con el imperio romano presenta a Roma como una especie de lugar seguro para la masculinidad. Recordemos que Milei considera ser la reencarnación de un gladiador romano y que, además, realiza constantemente apelaciones en tono épico a ‘las fuerzas del cielo’, de las cuales los libertarios serían sus soldados en la lucha de la luz contra la oscuridad, del bien contra el mal”.  

Riorda recuerda que Nayb Bukele, el presidente de El Salvador, fue uno de los primeros en jugar con estos conceptos en la región. “Cuando asumió, cada dos o tres días cambiaba su identidad en X y la primera que utilizó fue la de emperador”, cuenta el consultor. El episodio sucedió en 2021 y fue la respuesta del dirigente a quienes lo tildaban de “dictador”. 

En un carril paralelo a las estrategias de comunicación gubernamental, este fenómeno se puede pensar desde un punto de vista personalista, dice Riorda. “Es la mitificación exagerada de los líderes. Lo más común es la asignación de condiciones cuasi religiosas a los propios líderes y, en general, es algo que siempre se hizo en un estado avanzado de los liderazgos. El ejemplo más potente de la región es el de Evita y más tarde sucedió algo parecido con Chavez. Pero ahora hay algo nuevo. La mitificación exagerada no sucede con referentes que ya se impusieron, sino con personajes que están emergiendo y que se presentan como superhéroes. Son líderes con o sin pueblo porque llegaron con un designio diferente, tienen una misión”, explica el consultor. 

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Y así como Milei o Bukele se presentaron en sociedad como emperadores/salvadores en el primer tramo de sus gobiernos, Musk comenzó a alimentar su propia épica el mismo día de la asunción. Su gesto todavía se replica: el magnate se llevó la mano derecha al pecho y la levantó en diagonal con la palma hacia abajo. La similitud con el saludo de la Alemania nazi generó un repudio inmediato en todo el planeta, pero los amigos del magnate dijeron que se trató de un “saludo romano”. 

Lo cierto es que no hay registros de que ese saludo haya existido en la antigüedad. La catedrática de Historia Antigua Cristina Rosillo López explica que el gesto es una invención del pintor Jacques-Louis David (1748-1825) y que se popularizó con el estreno de la película muda italiana Cabiria (1914), cuya estética fue tomada como inspiración por Mussolini. El líder fascista ordenó que el saludo se impusiera en las escuelas para saludar a la bandera y años más tarde lo tomó el Partido Nazi. 

Atenta a este fenómeno, la doctora en Historia Patricia González Gutiérrez, de España se percató de la fascinación con el Imperio Romano de una parte de la dirigencia estadounidense antes del polémico saludo de Musk. En un artículo en elDiarioAR, publicado en 2023, sostiene que hay una conexión entre esta referencia y las ideologías conservadoras que se oponen, especialmente, al avance del feminismo o cualquier otro colectivo que no sea el de los hombres blancos heterosexuales. 

“Usan mucho la imagen de Roma (como también de Esparta o de la II Guerra Mundial), y no hay más que ver cómo la campaña de Trump, por ejemplo, tiró tanto de imágenes clásicas (como la de Trump-Perseo con la cabeza de Medusa-Hillary) como de la película de Gladiator. O cómo la película 300 es una clara propaganda en torno al conflicto actual entre Estados Unidos e Irán”, dice González Gutiérrez.

El martes 27, durante su discurso por el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, Milei defendió al dueño de Tesla. “Ojo con los que, de forma banal, revolean acusaciones y categorizaciones de nazi a cualquiera que no coincida con su forma de pensar, tal como lo hicieron expresiones de izquierda de todo el mundo, por ejemplo, con mi amigo Elon Musk”, dijo. Expertos en comunicación política y en el lenguaje de las redes sociales, el ascenso de líderes de la nueva derecha promete continuar en el camino de la provocación y la reivindicación de una sociedad imaginaria de emperadores todopoderosos que se afligen y se victimizan cuando se los cuestiona.