pandemia de coronavirus

Encuesta y grieta: las restricciones del Gobierno generaron apoyo y rechazo por igual

Un estudio de Observatorio de la Psicología Social Aplicada de la UBA muestra que hay "sentimientos contrarios" tras el decreto de Alberto Fernández. La mayoría cree que la presencialidad no volverá por meses.

Conferencia de prensa de Alberto Fernández Foto: Agencia Na

La grieta que de cierta forma divide a la sociedad argentina, como era de esperarse, también se evidencia en la reacción ante las restricciones que decretó mediante un DNU el presidente Alberto Fernández frente a la suba de casos de coronavirus en el país.

Al menos así lo muestra una encuesta del Observatorio de la Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. El estudio, realizado en provincia y ciudad de Buenos Aires. Se trata de 1266 casos, consultados entre el 17 y 19 de abril.

“Los sentimientos espontáneos recogidos frente a las nuevas medidas tomadas por el presidente Alberto Fernández, presentan una configuración claramente escindida entre emociones negativas y positivas, casi en proporciones iguales”, señalan desde el OPSA.

Es que, ante el pedido a los consultados de que expresen con una sola palabra su sentimiento frente a las nuevas medidas de restricción de circulación, hay tanto tranquilidad y alivio, como angustia y bronca, entre otras. “La presencia de estos sentimientos contrarios, a nuestro entender, está reflejando la marcada grieta emotiva-cognitiva que hoy caracteriza a gran parte de nuestra sociedad”, analizan el estudio.

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La nube de palabras señala que, mientras para algunos las nuevas medidas generaron tranquilidad y alivio -seguramente ambos sentimientos asociados al temor al contagio- para otro grupo representan angustia, bronca, indignación, impotencia e incertidumbre, “reacciones con seguridad asociadas a la suspensión de las clases presenciales”.

En esa línea, ante la consulta puntual de si frente al aumento de casos de covid-19 se debería volver a la educación virtual, un 48% consideró que sí mientras que un 44% respondió que no. 

La misma “grieta” aparece una vez más cuando se les pide a los padres que reporten qué sintieron sus hijos frente a las nuevas medidas: el 45% de las madres y padres señalan que sus hijos “tomaron muy mal” la suspensión de las clases presenciales, mientras que el 55% restante considera que “no les afectó” (36%) o “lo tomaron muy bien” (19%).

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Desde el Observatorio que la Facultad de Psicología indagaron además sobre el impacto de la educación virtual en los niveles de estrés de las familias: 6 de cada 10 padres consideran que el mismo “aumentará mucho o algo” con la falta de presencialidad.

Asimismo, analizan, hay otro factor que puede explicar en parte ese estrés y es que la mayoría de los consultados creen que que las medidas “no van a durar solo 15 días”. Un 64% -6 de cada 10- considera que se extenderán entre dos y más de tres meses, y un 85% -9 de cada 10- estima que es entre “poco y nada probable” que se levanten en dos semanas.

Los efectos de la pandemia y la virtualidad en los chicos

El estudio de opinión también destaca entre los datos la percepción de los padres respecto al impacto que ha tenido en sus hijos la combinación que se produjo en el 2020 de pandemia+confinamiento+educación virtual.

“El 64% señala que su hijos están preocupados por las consecuencia de la pandemia sobre la salud de la familia, el 58% afirma que hubo un aumento de la ansiedad debido a la cuarentena, el 59% ha notado cambios negativos en el estado de ánimo de sus hijos, el 56% los ve más irritados”, detallan.

Casi 1 de cada 2 padres, además, considera que sus hijos han tenido problemas de aprendizaje como consecuencia de la suspensión de las clases presenciales y perciben a sus hijos “preocupados” por lo que está ocurriendo con los vínculos con sus pares.

 

AG/MC