El presidente oficializó su viaje a Rusia y a China

El presidente Alberto Fernández realizará una visita oficial a Rusia y China el 3 y 4 de febrero. Fue informado ayer por la vocera de Presidencia, Gabriela Cerruti, quien también precisó que la visita a Vladimir Putin se llevará a cabo durante una escala de 48 horas previa al arribo a Pekín, donde Fernández asistirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno.

Según se adelantó oficialmente, la visita al primer mandatario ruso será para hablar “sobre colaboración en vacunas, inversiones y colaboración en ciencia y temas de interés común”. Esta será la primera vez que ambos mandatarios tengan un encuentro presencial, salvo por un breve saludo en Jerusalén anterior a la pandemia. Ya se habían comunicado anteriormente tanto por teléfono como por videoconferencia. Se espera que la reunión bilateral se lleve a cabo en el Kremlin de Moscú.

En China, Alberto Fernández tiene en agenda un encuentro con Xi Jinping que originalmente fue pautado para conmemorar los cincuenta años de relaciones diplomáticas entre la Argentina y la República Popular China. La fecha, sin embargo, fue ajustada en función de las Olimpíadas.

El evento ha sido boicoteado por Estados Unidos en reclamo por violaciones a los derechos humanos a la minoría étnica uigur en la provincia occidental de Xinjiang.

Durante el encuentro, Argentina confirmaría su adhesión a un megaproyecto chino de inversiones conocido como la Nueva Ruta de la Seda. Con él, el gigante asiático busca crear una red comercial intercontinental invirtiendo en infraestructura civil y comercial en sus países miembros.

La agenda de Fernández lo ubica del lado de los máximos rivales de la administración Biden en Estados Unidos en un momento clave para las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El próximo vencimiento de deuda tiene fecha para mediados de marzo próximo.

A pesar de ello, Fernández no busca desatender las relaciones con Washington. El canciller Santiago Cafiero se juntará el 18 de este mes con el secretario de Estado, Antony Blinken.