El interventor de Aguas Blancas recalentó el debate por el alambrado con Bolivia: "Nos llenan de cocaína y no hacen nada"

La polémica por la decisión del Gobierno de Salta de colocar un alambarado en la frontera con Bolivia sigue generando polémica, y este miércoles el interventor de la localidad de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, salió al cruce de la Administración del presidente boliviano Luis Arce por cuestionar la iniciativa. “Nos llenan de toneladas de cocaína todos los días y no hacen nada”, aseguró el funcionario.

"Desde el 9 de diciembre, Bolivia brilló por su ausencia. Flashearon Donald Trump", comenzó diciendo Zigarán en relación al muro que el presidente de Estados Unidos construyó en la frontera con México en 2017, durante su primer mandato. La decisión del gobernador salteño, Gustavo Sáenz, estuvo avalada por la gestión de Javier Milei como parte del denominado "Plan Güemes", que impulsa el Ministerio de Seguridad.

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En ese sentido, el interventor del municipio ubicado en el Departamento de Orán justificó la instalación de un alambrado olímpico a lo largo de los 200 metros que existen entre la terminal de colectivos y la oficina de Migraciones local, frente al Río Bermejo. "Hace un mes Bolivia, por una cuestión de que se le disparaban precios internos" porque los argentinos iban a comprar en esa zona, "militarizaron dos días la frontera". Y agregó: "Lo que ellos hagan de su lado no interfiere con lo que nosotros hagamos en el nuestro".

En dialogó con Radio Futurock, el funcionario también consideró que el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país vecino, el cual alertaba que la medida "vulnera las relaciones de buena vecindad", es "completamente desubicado".

Lejos de bajarle el tono a la discusión, Zigarán también apuntó directamente contra el gobierno de Arce por la problemática del narcotráfico. "Nos llenan de toneladas de cocaína todos los días y por más que dialogues, o no, no hacen nada. Que se alteren por un alambrado de 200 metros es ridículo". sostuvo.

Ante la pregunta de si realmente pensaba que el ingreso de la droga al país era responsabilidad de Bolivia, insistió: "Sí, por acción o por omisión, porque ellos también tienen que controlar la frontera".

Cuando se conoció la noticia de la licitación para la construcción del cerco, el interventor de Aguas Blancas explicó que la obra está pensada para generar un "cerrojo en forma de L, donde gendarmes y militares de la Prefectura Naval eviten que las personas circulen hacia el sur de la Terminal; obligándolas a recorrer el perímetro del alambrado", para que tengan que atravesar sí o sí las oficinas de Migraciones.

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A través de un mensaje en su cuenta de la red social X, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apoyó la realización de la obra. "Desde el Gobierno Nacional impulsamos la cerca en Aguas Blancas para cuidar a los argentinos del narcotráfico", señaló.

"Por eso, con el Plan Güemes incorporamos una nueva medida de refuerzo al control en la frontera, que se encontraba completamente descontrolada", destacó la funcionaria nacional en su publicación.

Por último, comentó acerca del plan impulsada desde la cartera que conduce: "Esta medida refuerza los controles exitosos implementados desde el inicio del Plan y eliminar el bypass que permitía evadir los operativos de la Gendarmería Nacional, poniendo fin al desorden en este punto crítica de la frontera". 

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El comunicado de Bolivia

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia emitió un duro comunicado para expresar su "preocupación ante ante el anuncio del Gobierno de Argentina de instalar una cerca en la frontera entre ambos países”. En esa línea, expresaron que "los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común".

"Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos", manifestó la Cancillería boliviana. Por este motivo, adelantaron que “solicitará a través de los canales diplomáticos la información sobre este tema para emprender las acciones que correspondan”.

La tensión diplomática con Bolivia comenzó en abril de 2024, cuando Bullrich denunció la supuesta presencia de ramas armadas de iraníes en territorio boliviano, cerca de la frontera con nuestro país.

FP/fl