BUP en Provincia: el PJ mide efectos de un ‘experimento a cielo abierto’

Los dirigentes del peronismo de la provincia de Buenos Aires están desconcertados. La próxima elección se convertirá en un experimento a cielo abierto aun para los más avezados en estrategias electorales que saben que el resultado final será, por primera vez, totalmente incierto.  

La aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) a nivel nacional abre una fuerte incertidumbre en Unión por la Patria, espacio que tiene los votos para terminar de definir el esquema con el que se votará en el distrito más populoso del país. Efecto arrastre desarmado; voto cruzado, en blanco y nulo; y dispersión electoral son los principales efectos que dejará una votación que por primera vez tendrá la lista de diputados nacionales de todos los partidos en una sola boleta.

El oficialismo bonaerense tiene dos caminos posibles y recién ahora empieza a debatir cuál tomar: adherir el sistema de votación a la BUP y que los cargos provinciales también se incluyan en la misma boleta o votar estas categorías con el sistema tradicional el mismo día de la elección.

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Había una tercera vía que ya quedó descartada que es desacoplar la elección bonaerense de la nacional. Los últimos (y únicos) comicios que se votó en distintas fechas fue hace más de 20 años cuando se eligió al candidato presidencial el 27 abril de 2003 y al gobernador bonaerense el 14 de septiembre. Hoy la provincia no tiene recursos, estructura y logística para organizar un comicio separado. Además,  no están convencidos de que fuese una buena estrategia para su propio espacio.

A la maniobra electoral a definir se le suma un apartado que es la propia dinámica de poder del peronismo en el territorio bonaerense. Aunque el gobierno de Axel Kicillof es el que debería empujar la estrategia, no será el jefe provincial bonaerense quien la termine definiendo. Las últimas decisiones electorales en el bastión peronista tuvieron al apellido Kirchner y a Sergio Massa como protagonistas, quien discutió mano a mano con Cristina y Máximo los lugares y la definición de nombres. Y este esquema se repite en la Legislatura bonaerense, por donde deberá pasar cualquier modificación que se quiera implementar, ya que son Máximo Kirchner y Sergio Massa los que controlan al oficialismo allí.

Las charlas entre ellos para definir el rumbo son incipientes y las consecuencias del nuevo sistema electoral nacional cruzado con el modelo tradicional de la provincia son inciertas. Por eso nadie se anima a arriesgar qué método seguir.

“Dos urnas, dos cuartos oscuros y no veo mucha otra posibilidad hasta ahora”, planteó un importante dirigente en las últimas horas. Sin embargo, en el propio peronismo que a nivel nacional rechazó el sistema de Boleta Única de Papel, ahora que fue aprobada a nivel nacional y ya se cortó el efecto arrastre del primer nombre en la boleta, hay quienes empezaron a plantear la posibilidad de adherir al nuevo esquema también para elegir cargos provinciales.

Esto no significa que crean que el modelo puede funcionar. Pero ahora ante este experimento a cielo abierto evalúan hasta dónde la dispersión y el desorden que adelantan puede terminar beneficiando a un espacio que tiene votos consolidados, nombres y estructura. La dispersión será una característica de los próximos comicios, ya que con la sola posibilidad de marcar diferentes casilleros, el votante podrá saltar de un partido al otro en las distintas categorías. Para los detractores del nuevo sistema el “voto Ta-Te-Ti”, hará que el sufragio que no esté consolidado pueda ir para cualquier lado. Y allí el sistema de cocientes con el que se distribuyen las bancas en la Legislatura y concejos deliberantes puede terminar ayudando a que muchos partidos queden por debajo del piso necesario para conseguir espacios y se termine llevando todo el que obtenga mayor cantidad de votos (en el Conurbano descartan que sea el PJ). “Si nosotros tenemos un voto duro mayoritario, el problema lo tendrán otros”, dicen.

El oficialismo en GBA tiene dos caminos: adherir al BUP o votar dos categorías

Pero también adelantan que el voto en blanco puede llegar a niveles históricos, así como el voto nulo. En caso de adherir a la BUP, un elector puede marcar la primera categoría que será la lista de diputados nacionales (solo los dos primeros tendrán foto y cinco de 37 estarán mencionados) y dejar en blanco el resto. O puede querer elegir un diputado de cada partido y hacer “voto cruzado”, el cual terminará anulándose.

Pero la estrategia que deberán adoptar también amenaza a la lapicera. ¿Quién define qué candidato poner en las distintas secciones para la Legislatura bonaerense? ¿Por qué ahora los intendentes deberán aceptar nombres impuestos por Máximo Kirchner que para la ciudadanía son desconocidos si pueden poner sus caras y nombres y ser los más votados? “Te propongo que desafíes a cualquier ciudadano a que te diga qué legisladores ingresaron por su sección el año pasado. Nadie sabe. Pero si ponés una cara conocida y con buena imagen en un distrito la gente va y te marca. Esto puede llevar a la farandulización como en Santa Fe; pero también si los intendentes saben usarla, les da más poder a ellos. Se juntan tres de la tercera y arman su propia lista”, evalúa un dirigente.

Todos estos supuestos recién comenzaron a ser discutidos y deberán saldarse en las próximas semanas sabiendo que, sea cual sea el modelo, los votos demostrarán su resultado.