Nueva modalidad delictiva

‘Wash wash’: una estafa española que tuvo su debut en la Argentina

Hubo varias denuncias en Europa, y esta semana se conoció el primer hecho en la ciudad de La Plata: un agente inmobiliario denunció que le robaron 27 millones de pesos. Dijo que fue contactado por dos supuestos inversionistas extranjeros que tenían intenciones de adquirir varias propiedades. En qué consiste el ardid.

Manchados. Los estafadores ofrecen los billetes teñidos de negro por un menor valor. Foto: guardia civil

El 5 de julio pasado, el diario ABC de España alertó sobre una nueva modalidad delictiva que consiste en convertir billetes teñidos de negro en dinero real. Se la conoce como “wash wash”, y hasta la Guardia Civil emitió una serie de recomendaciones para que la gente no caiga en la trampa.

En los últimos años hubo casos en Alicante, Madrid y Murcia, entre otras ciudades españolas, y esta semana se conoció el primer episodio en la Argentina. Ocurrió en la ciudad de La Plata, cuando dos personas de origen extranjero intentaron estafar a un martillero y finalmente le terminaron robando una cifra millonaria: 27 millones.

El dato fue revelado por el diario El Día a partir de la denuncia que la propia víctima realizó en una comisaría de la capital provincial. Lo curioso del hecho es que el damnificado demoró más de un mes y medio en alertar a las autoridades. Según aclaró, no lo hizo antes por “temor a sufrir una represalia”.

De acuerdo a la información aportada por el agente inmobiliario, dos hombres con acento francés lo contactaron con la excusa de adquirir varias propiedades en el país.

Llegaron hasta su oficina comercial y enseguida dejaron en claro que tenían otras intenciones: le quisieron vender dólares y euros manchados con tinta.

“Me dijeron que la plata estaba simulada en unos papelitos blancos, que los billetes eran reales, que atravesaban un proceso químico y que, mediante la aplicación de un líquido especial, que pasaron delante mío, los volvían a su fisonomía habitual”, explicó en la denuncia, según publica el matutino platense. 

Los estafadores le aseguraron que los billetes no eran falsos, sino que habían sido teñidos para no ser detectados en los controles aduaneros. “Los envían en barco desde Europa y los retiramos en el puerto de Zárate”, señalaron.  

La víctima, cuya identidad no se dio a conocer, no aceptó el negocio y los supuestos inversores mostraron su verdadera cara: uno de ellos sacó de entre sus ropas un revólver y lo encañonó. 

No está claro si sabían que en la oficina el martillero guardaba una suma de dinero. Lo cierto es que se apoderaron de un morral de cuero que contenía unos 50 mil dólares (27 millones de pesos al cambio actual) y enseguida abandonaron la oficina.

Los autores huyeron a bordo de un Toyota Corolla blanco, el mismo auto con el que llegaron hasta las calles 525 entre 21 y 22, en la localidad de Tolosa. Previamente le habían manifestado a la víctima que estaban parando en la Ciudad de Buenos Aires con la intención de arreglar una reunión fuera de La Plata.

Modalidad. La estafa es un acto de magia. Los timadores muestran a sus víctimas trozos de papel pintados de negro o blanco y les dicen que son billetes de curso legal que se pueden volver a su estado original con una serie de productos químicos.

Por lo general, les dicen a los futuros damnificados que los billetes fueron pintados para poder sacarlos de su país de origen de manera ilegal.

Para Abraham Segarra, jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Villena, España, los autores suelen ser de origen africano, como Nigeria o Libia.

Segarra intervino en la detención de uno de los presuntos timadores en Alicante, que intentó estafar a un empresario por 60 mil euros. En este caso, los investigadores secuestraron 2.700 billetes manchados por un valor estimado entre 500 mil y 600 mil euros, y 103 mil euros falsos.

Al respecto, el jefe policial brindó detalles de la operatoria: “En un sobre se introduce uno de estos billetes tintados, que imitan en tamaño de los de 100 y 200 euros, pero que son trozos de papel negro”, señaló.

“Luego –agregó–, el estafador incorpora las sustancias y les dice a las víctimas que tienen que esperar un tiempo prudencial para que hagan efecto, reaccionen y eliminen la pintura. A continuación, mete la mano en el doble fondo y saca un billete falsificado o auténtico impregnado previamente de los diferentes productos y depositado ahí con anterioridad. Así, obtiene un billete aparentemente original, mojado y con polvo”.

Tras el “pase de magia”, el estafador ofrece una cantidad de dinero manchado a cambio de una cifra menor. Por 100 mil euros tintados y los productos para la limpieza, por ejemplo, pueden pedir hasta 60 mil euros, un negoción si no se tratara de una estafa, claro.