Ticiana y Vanesa, dos víctimas colaterales de la violencia armada
Los crímenes ocurrieron en San Pedro y en Rosario, con siete horas de diferencia. Ambas fueron asesinadas por balas que no iban dirigidas para ellas.
Vanesa Martinez (36) estaba colgando la ropa en su casa, en la localidad bonaerense de San Pedro cuando fue baleada en la espalda. Ella quedó en medio de un enfrentamiento a tiros entre miembros de dos familias vecinas. Quiso proteger a su hija, que jugaba en el lugar, y recibió un balazo que la mató. Siete horas después, Ticiana Espósito (14) moría de un disparo en la cabeza en la cocina de su casa por un proyectil que ingresó por la ventana producto de la balacera que iniciaron dos personas. Dos víctimas colaterales de la violencia armada.
San Pedro y Rosario se unieron en dos historias particulares que tienen un eje en común: la violencia desmedida. Vanesa y Ticiana fueron asesinadas en sus propias casas, por balas que no iban dirigidas para ellas.
Vanesa estaba colgando la ropa en el fondo de su casa. Una de sus tres hijas jugaba cerca de ella. El día anterior habían resonado las balas en el barrio por un enfrentamiento entre dos familias enfrentadas. Pero ese lunes 14, al mediodía, parecía estar todo más tranquilo. Pero no fue así.
Los disparos cruzados regresaron. Vanesa intentó proteger a su hija de 9 años y recibió uno escopetazo en la espalda, en su casa ubicada en la calle Saavedra al 1800.
Durante la cuarentena aumentaron los homicidios en ocasión de robo
“Nosotros queremos vivir tranquilos y queremos que se haga justicia por nuestra hermana, estas familias hace rato que vienen con este conflicto”, reclamaron ayer los familiares de Vanesa en la puerta de la fiscalía. Hay dos detenidos por el crimen. Son los hermanos Bemvenutto, de 25 y 27 años, enfrentados con los Cabera que están prófugos.
Unas siete horas después, más de veinte tiros impactaban contra el frente de tres propiedades en Rosario. Una de esas balas ingresó por la ventana de la casa de Ticiana, la joven de 14 años en ese momento estaba lavando los platos en la cocina.
El proyectil impactó en la cabeza de Ticiana y la joven murió. Por el hecho hay cuatro detenidos. El primero en caer fue un taxista que se presentó en un centro de salud por un cuadro de hipertensión. Dijo haber sufrido un robo y haber trasladado a los dos hombres que dispararon y terminaron con la vida de Ticiana. Por inconsistencias en su relato, el fiscal del caso decidió que quedase detenido, hasta definir con claridad si estuvo vinculado en la balacera.
Ayer fueron detenidas otras dos personas. Alex I., de 20 años, y Joel I., de 32. Serán imputados por el fiscal entre el jueves y el viernes próximo. Más tarde cayó un tercer joven.
En San Pedro y Rosario se pidió justicia por ambas víctimas de balaceras que tenían otros objetivos pero que truncaron vidas inocentes.