Narcotráfico

La caída del sobrino narco de un fiscal federal que estuvo más de dos años prófugo

Sebastián Gauna San Millán, sobrino del fiscal Alejandro Cántaro, se había instalado en Córdoba con una nueva identidad. Sospechan que seguía vinculado al negocio de las drogas. 

Sebastián Gauna San Millán tenía pedido de captura desde abril de 2018. Foto: Cedoc Perfil

Hacía más de dos años que estaba prófugo, aunque su fotografía no aparecía en ningún listado de personas buscadas por la Justicia. Lo buscaban por narcotrafincante en Bahía Blanca pero estaba oculto y con una nueva identidad en la provincia de Córdoba.

Sebastián Gauna San Millán es sobrino del fiscal general federal, Alejandro Cantaro, curiosamente de licencia y procesado en la misma causa. Al funcionario se lo acusa de aportar información a la organización que presuntamente integraba su familiar. 

Gauna San Millán comenzó a ser investigado en 2018, en el marco de una operación denominada "Drogas Sintéticas II", en la que se secuestraron más de un centenar de dosis de cocaína compactada y pastillas de éxtasis, entre otras cosas.   

Alejandro Cantaro, fiscal general federal, actualmente de licencia. 

En octubre del 2019, el juez Walter López Da Silva acusó al fiscal Cantaro de "encubrimiento por haber brindado ayuda a dos personas para eludir el accionar de la Justicia y por haber omitido la denuncia correspondiente".

"El juez entendió que el fiscal colaboró con su sobrino en una causa por tráfico de estupefacientes para que pudiera eludir el accionar de la Justicia y además no hizo la denuncia que estaba obligado a hacer por sus funciones", explicó una fuente judicial.

En febrero pasado, la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca confirmó su procesamiento de primera instancia porque Cantaro aparece en distintas escuchas telefónicas, "en algunas de ellas con su sobrino".
 

Gauna San Millán fue declarado en rebeldía en abril de 2018. Con un pedido de captura activo consiguió abandonar la provincia de Buenos Aires e instalarse en Córdoba, donde comenzó una nueva vida bajo otra identidad. 

Las fuentes señalaron que vivía en una pensión del centro de la ciudad de Córdoba y que aparentemente continuaba ligado al negocio de las drogas. Además, destacaron que hallaron un cuaderno con datos para identificar los vehículos encubiertos que usa la Policía Federal. 

"El acusado tenía documento falso pero con su foto actual", dijeron los voceros. En el operativo, los policías secuestraron hongos alucinógenos, LSD, cogollos de marihuana, frascos y balanzas de precisión. Por eso sospechan que seguía ligado al narcotráfico. 

LN CP