DÍA 24

Las pruebas contra Laudelina: los datos del celular, el botín de Loan y las inconsistencias

La tía del nene de 5 años que desapareció hace tres semanas en un paraje rural de la provincia de Corrientes fue imputada por los delitos de “sustracción de menor, ocultamiento y alteración de evidencia”, y se convirtió en una pieza clave de la investigación. Ayer fue trasladada desde la ciudad de Goya hasta el penal federal de Ezeiza, donde permanecerá detenida, aislada del resto de la población carcelaria. En la indagatoria del viernes, que duró cerca de diez horas, insistió con la teoría del accidente y las amenazas que supuestamente recibió de parte del matrimonio María Victoria Caillava y Carlos Pérez.

Prensa en ezeiza. La tía de Loan ingresó al Complejo Penitenciario Federal I en medio de un fuerte operativo. Carlos Pérez y Victoria Caillava (der.) están detenidos en Salta. Foto: cedoc

Laudelina Peña pasó de testigo clave a principal imputada en apenas una semana. La tía de Loan, el nene de 5 años que desapareció hace tres semanas en el paraje correntino El Algarrobal, fue detenida el viernes a la noche, acusada por los delitos de “sustracción de menor, ocultamiento y alteración de evidencia”.

La Justicia Federal analizó la versión inicial que la mujer brindó el sábado 29 de junio  a la madrugada sobre el supuesto accidente que habría sufrido Loan e incorporó nuevos elementos de prueba “cruciales para el avance de la causa”, según apuntaron voceros de la causa. 

Para la fiscalía, “hay motivos suficientes para sospechar que la conducta imputada a Peña se corresponde, en principio, con su posible participación en una maniobra de sustracción y ocultamiento del niño, sin perder de vista que el hecho imputado podría haber sucedido en un contexto de criminalidad organizada o compleja, y como parte de un supuesto enmarcado en un delito federal”.

Laudelina fue trasladada ayer desde la ciudad de Goya hasta el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, en medio de un fuerte operativo de seguridad. La decisión fue adoptada por la jueza Cristina Pozzer Penzo, quien además dispuso una custodia policial en el domicilio y otorgó la guarda preventiva de sus hijos menores a su hija mayor. 

La tía de Loan, que participó de la reunión familiar en la casa de la abuela Catalina y es la esposa de Bernardino Antonio Benítez, uno de los siete detenidos que tiene la causa, declaró durante cerca de diez horas en el Juzgado Federal de Goya. 

Según las fuentes, la mujer mantuvo la versión del accidente y las amenazas de muerte que supuestamente habría recibido de parte de la exfuncionaria María Victoria Caillava –también detenida en el marco de la misma causa–, pero los investigadores del caso detectaron algunas inconsistencias en su declaración.  

De acuerdo con los voceros, reiteró que la Ford Ranger de Caillava y su marido el exmarino Carlos Pérez pisó al chico cuando lo estaban buscando, que lo subieron para llevarlo al hospital y que después no supo nada más. En el medio recibió amenazas de parte de la mujer y por esa razón decidió guardar silencio. 

Laudelina es un personaje central de esta historia. No solo porque decide cambiar su versión horas después que la Justicia allanó su casa y secuestró su teléfono celular, sino porque aparece en tres momentos claves del caso: es la que envía el mensaje de WhatsApp convocando a la familia al almuerzo en la casa de la abuela Catalina, la que saca la foto de la mesa en la que aparecen todos los implicados y la última persona que acompaña a los chicos al naranjal. 

Para la Justicia, la acusada no solo entorpeció la investigación, sino que además alteró evidencias plantando la zapatilla de Loan a unos kilómetros del lugar donde el chico había sido visto por última vez, el jueves 13 de junio pasado. Si hubiese contado de entrada su “verdad” –especulan los investigadores–, su situación procesal, probablemente, sería distinta.

Camila Núñez, la prima de Loan y presente en el almuerzo familiar, también la puso en aprietos esta semana al declarar como testigo. Dijo que ella nunca le manifestó que había sido amenazada y que cuando se enteraron de la desaparición de Loan la pareja todavía estaba en la casa. “Es imposible que lo hayan atropellado porque cuando empezamos a buscarlo el matrimonio todavía estaba en la casa”, indicó la joven en diálogo con El Trece.     

La testigo entendió que el cambio de versión de Laudelina busca que a Loan lo den “por muerto para que se termine el caso” en Corrientes. “Le preguntaría por qué tiene un corazón de piedra”, expresó. 

Entre las principales pruebas que cuenta la Justicia, se especula que una de ellas habría surgido del análisis de su teléfono celular, que está siendo peritado por la Policía Federal Argentina (PFA) en los laboratorios de la Ciudad de Buenos Aires. 

Los especialistas intentan acceder a toda la información almacenada para reconstruir los chats y establecer con quiénes se comunicaron los acusados antes y después de la desaparición del menor.

De acuerdo con fuentes de la fuerza, la apertura de los dispositivos se hace con la aplicación UFED Premium (Universal Forensic Extraction Device), que ya fue utilizado en varios casos resonantes, entre ellos el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. 

Entre otras cosas, sirve para analizar contactos telefónicos y, sobre todo, recuperar elementos que fueron borrados. También para recuperar chats en Telegram o WhatsApp, entre otras aplicaciones de mensajería.

El caso. El jueves 13 de junio, antes del mediodía, Loan fue almorzar a la casa de su abuela en el paraje rural El Algarrobal. Llegó a caballo con su papá. La anciana de 86 años recibió también en su domicilio a otros familiares, entre los que se encontraban seis de los siete detenidos que tiene el caso hasta el momento: Bernardino Antonio Benítez, tío de Loan, su mujer, Laudelina Peña, una pareja amiga, Mónica del Carmen Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez, y otro matrimonio cercano a la abuela, la exfuncionaria municipal María Victoria Caillava y su esposo, Carlos Pérez, exmiembro de la Armada.    

Después de almorzar, Benítez salió rumbo a un naranjal con una bolsa arpillera, según le dijo a uno de los fiscales correntinos. Diez minutos más tarde llegaron Loan, otros cinco menores y su pareja amiga. Otros dos adultos acompañaron a los chicos, pero decidieron volver unos metros antes del naranjal. Loan desapareció misteriosamente en esa zona. Ya pasaron 24 días. Y nadie sabe dónde está.

 

Las pericias que faltan

Los investigadores aguardan para esta semana los resultados de los peritajes a los teléfonos celulares de los siete detenidos y otros familiares de la víctima, que fueron secuestrados en las últimas semanas. 

Entre los dispositivos que están siendo analizados se encuentran los aparatos del matrimonio María Victoria Caillava y Carlos Pérez, dos de los principales sospechosos, y Laudelina Peña, otra pieza clave en el rompecabezas del caso. 

Otros peritajes que restan tienen que ver con los rastros que fueron levantados de la camioneta Ford Ranger de la pareja, la misma que una semana después de la desaparición de Loan marcaron los perros adiestrados en la pericia de olor.  

En principio, buscarán confirmar que los pelos levantados y las supuestas manchas de sangre detectadas en una de las ruedas son humanas y no de animales. 

Además, esperan el estudio a un retazo de tela con presuntas huellas hemáticas que fue hallado en una casa abandonada cercana a la vivienda de la abuela Catalina.

 

Operativo sorpresa en la comisaría 

Las últimas horas fueron intensas. El fiscal federal Mariano de Guzmán y la jueza Cristina Pozzer Penzo ordenaron una batería de operativos. Hubo una inspección con georradares en el cementerio municipal y un allanamiento en la comisaría de 9 de Julio. 

La seccional que estaba a cargo del comisario Walter Maciel, uno de los siete detenidos que tiene el caso, fue allanada el viernes por efectivos de la Policía Federal Argentina y  Gendarmería Nacional. 

Entre otras cosas, los detectives buscan determinar si otros policías colaboraron en el supuesto encubrimiento y entorpecimiento de la investigación. De acuerdo con los voceros, después de varias horas secuestraron los libros de guardia y otros documentos. 

El mismo viernes otro grupo trabajó en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús de 9 de Julio y en el domicilio del matrimonio Caillava y Pérez. En ambos casos, según se informó, no hallaron rastros ni indicios de Loan. 

El operativo en la necrópolis comenzó el jueves y culminó el viernes. Los pesquisas recorrieron el predio con georradares y perros adiestrados, pero no obtuvieron resultados. A los pesquisas les llamó la atención una remodelación en un sector que aparentemente se llevó a cabo en la fecha que Loan desapareció.

 


La mamá no cree en la pista del accidente: “Es todo verso”

R.P.

La mamá de Loan participó este viernes de la multitudinaria marcha exigiendo la aparición de su hijo que se realizó en la ciudad de Goya, casi a la misma hora que la Justicia Federal anunciaba la detención de cuñada Laudelina Peña.  

María Noguera agradeció el apoyo de la gente y pidió por la pronta aparición de su nene de 5 años. “Anoche –por el viernes– me puse de pie para ir a la marcha, fue impresionante. Estoy muy agradecida”, aseguró este sábado, en declaraciones a TN.  

La mujer habló por primera vez sobre la detención de Laudelina y también de la hipótesis que ella planteó sobre el accidente y la supuesta muerte de su hijo. “Yo no creo y mi marido tampoco. Para nosotros es todo verso, todo mentira”, sostuvo. Noguera sigue pensando que Loan fue secuestrado y que está con vida. “A mi hijo se lo llevaron. Tiene que estar en algún lado y ojalá, donde esté, esté bien. Yo le pido todos los días a la Virgen, a Dios, que lo cuide, que él esté bien, que lo tengan abrigado porque él se fue con una remerita. Y también pido que me devuelvan porque no quiero que llegue el mes. Estamos destrozados, su hermana lo quiere ver, lo extraña mucho”.  

María recordó que hablaba con Laudelina y que días antes de la desaparición de su hijo estuvo en su casa. “Nos saludábamos, tomábamos unos mates. El 22 de mayo estuve en la casa de ella: fui de visita porque me dijo que tenía ropa para Anto (otra hija). Fui con Loan a buscar la ropita esa”, indicó.

La mujer también recordó cómo supo que su hijo había desaparecido: “Me llamaron a las 15.45 y a las 16 salimos para el campo. Esperé a mi hijo que venga de su trabajo y cuando llegamos yo estaba temblando de nervios. Bajamos ahí en la escuelita que está cerca de la casa de Catalina. En ese momento me encontré con Laudelina y le pregunté: ‘¿Cómo se perdió Loan? ¿Dónde estaba Loan?’. Ella me dijo que se fue a juntar naranjas con Antonio y que recién lo había llamado para avisarle que se perdió Loan”.