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Venezuela bajo dictadura

Maduro. “Ante la pérdida de apoyo popular, ha intensificado su autoritarismo”. Foto: cedoc

Venezuela, a partir de este 10 de enero, ha entrado formalmente en una nueva etapa: la de una nación a la que le fue arrebatada su democracia. Esta ruptura ha ocurrido a pesar de los esfuerzos cívicos por evitarla, utilizando los mecanismos institucionales establecidos por la Constitución de Venezuela para la restauración de la institucionalidad.

*La crisis democrática. La oposición venezolana ha demostrado, durante más de dos décadas de lucha política, su indiscutible vocación democrática. En estos últimos años, a pesar de los altibajos propios de coaliciones políticas en contextos complejos, ha persistido en buscar una salida pacífica y constitucional. Sin embargo, la tensión entre los que promovían soluciones rápidas y quienes apostaban por el diálogo dificultaron su camino. A pesar de estas diferencias, la oposición no solo dialogó con el régimen de Nicolás Maduro, sino que participó en procesos electorales marcados por la falta de transparencia.

*Violaciones a los derechos humanos. Desde el bloqueo de la inscripción de la ganadora de la elección primaria opositora, María Corina Machado, hasta el fraude electoral que arrebató el triunfo al candidato presidencial Edmundo González Urrutia, la represión del régimen no ha cesado. Además de estas irregularidades, el número de presos políticos tras el fraude del 28 de julio de 2024 es alarmante, incluyendo a menores de edad y mujeres, lo que refleja una nueva escalada en la violación de derechos humanos.

Ante la pérdida de apoyo popular, Maduro ha intensificado su autoritarismo. Entre sus medidas más drásticas destacan la supresión del acceso a la información, la detención de periodistas y el bloqueo de internet y redes sociales. Además, con la promulgación de la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro persigue la criminalización de las ONG, a las que el régimen considera enemigas, buscando neutralizar su capacidad para hacerle seguimiento a la actividad represiva del Estado.

Desafíos para la oposición. Con la ilegítima juramentación de Nicolás Maduro, la oposición enfrenta una situación crítica. Sin mecanismos legales que la protejan, debe actuar en un entorno cada vez más hostil. La breve detención de María Corina Machado el 9 de enero es una muestra de las contradicciones internas del régimen y de la creciente peligrosidad del espacio público en Venezuela. Además, la amenaza de una reforma constitucional confirma la dirección autoritaria del gobierno.

Un llamado a la acción internacional. Este es un momento crucial para los demócratas de todo el mundo. No basta con condenar lo que ocurre en Venezuela; es necesario pasar de las palabras a los hechos. Abandonar la causa democrática en Venezuela no es una opción. La comunidad internacional debe:

Intensificar la presión diplomática sobre el régimen de Maduro.

Sancionar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos.

Apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que luchan por la democracia.

Millones de venezolanos y venezolanas siguen creyendo en la posibilidad de un país democrático. No podemos dejarlos solos.

*Adjunct Professor del Valencia College, Orlando. Miembro de la Red de Politólogas - #NoSinMujeres (@Maripuerta).