Tribunales

Un fuero laboral propio en la Ciudad de Buenos Aires

El traspaso marca un hito en la justicia porteña. Con procesos más ágiles y herramientas innovadoras, esta medida beneficia a trabajadores, empleadores y refuerza la autonomía jurídica local en gestión.

Lo judicial. Es “una puesta de representaciones ritualizadas”. Foto: cedoc

La creación del Fuero Laboral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es, sin duda, un paso trascendental para trabajadores, empleadores y para la consolidación de nuestra autonomía porteña. Aprobada este jueves en la Legislatura, la medida inaugura una nueva etapa en la administración de justicia laboral, marcando un antes y un después en la relación entre el derecho y los ciudadanos.  

Es importante destacar que esto es un beneficio concreto para los trabajadores. La demora en la justicia laboral nacional ha sido un problema constante que era urgente resolver. Actualmente, los juicios laborales se extienden, en promedio, entre seis y ocho años, tiempo durante el cual los trabajadores ven dilatados sus derechos y se ven afectados económicamente. Con este nuevo fuero, los tiempos procesales se reducirán a menos de la mitad, un cambio que será especialmente significativo para quienes enfrentan algún conflicto en su trabajo.

Además, en el ámbito de la Ciudad se incorpora una instancia de conciliación previa que permitirá resolver los conflictos de manera más rápida, evitando largas instancias judiciales. Esto significa que los trabajadores podrán acceder a acuerdos justos sin esperar años, preservando los principios del derecho laboral.  

Contar con esta justicia laboral local no sólo representa un beneficio para los trabajadores, sino que los empleadores también se van a ver beneficiados. Las demoras actuales incrementan los costos en intereses y actualizaciones, además de generar incertidumbre financiera y administrativa. 

Actualmente, los juicios laborales se extienden, en promedio, entre seis y ocho años; los tiempos judiciales se reducirán a menos de la mitad"

Con plazos más breves y la incorporación de distintas herramientas (como la instancia de conciliación previa), las empresas tendrán mayor previsibilidad y menos costos asociados. Esto fortalece su funcionamiento, promueve la generación de empleo y un clima laboral más estable.  

Podemos sintetizar así algunas de las principales transformaciones:

  • Los juicios que hoy duran entre 6 y 8 años ahora podrán resolverse en menos de 2.  
  • Se impulsa la especialización de los profesionales del derecho, porque el fuero contará con un marco normativo propio, adaptado a las necesidades locales, que regulará nulidades, notificaciones, medidas cautelares y más.  
  • El nuevo código procesal prioriza la digitalización, reduciendo burocracia y costos operativos pero manteniendo la transparencia durante el proceso
  • Una justicia accesible que garantiza el derecho a una defensa justa y equitativa.  
  • Se trata de un Código totalmente autónomo e inteligente,  que brinda herramientas y respuestas que hoy la justicia laboral nacional no le da a los trabajadores.

Cabe destacar que la puesta en marcha del Fuero Laboral, además de modernizar el sistema judicial,  refuerza la autonomía de CABA, consolidando su capacidad de gestionar sus propios asuntos sin depender de la justicia nacional.  

Decisión de la Corte Suprema: cómo es la actualización de los intereses de los juicios

Se trata, en definitiva, de trabajar en el ámbito judicial para un futuro más justo, ágil y cercano. La creación de este fuero no es solo una cuestión técnica o administrativa, porque es un cambio que impacta directamente en la vida de miles de vecinos de la ciudad. Tanto trabajadores como empleadores ahora tendrán un sistema más cercano, rápido y eficiente.

Este avance coloca a CABA a la vanguardia en la gestión de justicia laboral, marcando un ejemplo para otras jurisdicciones. En palabras del Jefe de Gobierno, Jorge Macri: “Un fuero laboral propio, moderno y ágil favorece la creación de empleo”. Este nuevo escenario abre las puertas a una justicia que responde a las necesidades del siglo XXI, y que sitúa a los porteños como protagonistas, con la oportunidad de ser juzgados por los magistrados que define su propio distrito. 

De esta manera, la justicia laboral en la Ciudad ya no es un sueño postergado, es una realidad que nos acerca a una sociedad más equitativa y autónoma. 


*Titular del Observatorio de Políticas Laborales de la Ciudad, abogado y especialista en derechos del trabajo, ex legislador porteño por el partido Confianza Pública