¿Un atasco en la globalización? Lecciones del episodio del Ever Given

Barco. Bloqueó el canal de Suez, donde pasa el 13% del transporte marítimo. Foto: AFP

24 de marzo de 2021, el mundo mira al Canal de Suez: producto de una tormenta de arena, encalla el buque Ever Given, un portacontenedores de 400 metros de eslora (largo) y 59 de manga (ancho) con capacidad para 20.000 contenedores. El episodio podría ser una anécdota si no fuera porque el Ever Given bloqueaba una ruta que concentra el 13% del transporte marítimo del mundo (mercaderías, petróleo y gas), por la que pasan un promedio de 40 buques por día. Más allá de los números, la cobertura minuto a minuto, los memes y el final feliz, el atasco en el Canal de Suez pone nuevamente a la globalización bajo la lupa.

Sin ingresar al debate sobre si la globalización está en crisis, se encuentra en un proceso de ralentización o “slowbalisation” como la denomina el trend-watcher Adjiedj Bakas, o estamos frente a la retirada de la hiperglobalización en términos de Dani Rodrik, el affair del Ever Given en el Canal de Suez generó un sutil tambaleo que hizo saltar las alarmas en los mercados. ¿Se produjo un atasco en la globalización? Más importante aún, ¿cuáles son lecciones para las Relaciones Internacionales?

Las cadenas globales de valor sobreviven. En primer lugar, las cadenas globales de valor siguen siendo parte fundamental del comercio internacional, por tanto un retraso en la entrega de un insumo, un incumplimiento en una de las etapas de producción o problemas con el transporte de la mercadería pueden generar distorsiones de gran escala. La imagen de los más de 400 buques detenidos por no poder circular por el Canal de Suez es un ejemplo claro de esta fragilidad. Pero no es el único.

La fabricación de las vacunas contra la covid-19 también desnuda las falencias de este modelo de transnacionalización de la producción: en Garín (Buenos Aires), la planta de producción de mAbxience se encarga de fabricar el principio activo de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, con destino a toda América Latina. La fábrica tiene capacidad para producir 18 millones de dosis mensuales, incluso se preveía un número mayor para abril. Sin embargo, el desabastecimiento de insumos para el envasado, que se realiza en México, ha generado atrasos en el calendario original de producción. Las consecuencias en la distribución y planificación en la vacunación son evidentes, y coinciden con un momento en que una nueva ola de contagios azota nuestra región.

Las cadenas globales de valor ya venían en deterioro antes del atasco en Suez. Aun con detractores y falencias, mantienen su presencia

En un contexto de transición o transformación en la globalización, operan factores de estructura como los cambios en la organización de la producción. Las cadenas globales de valor ya venían en deterioro, por tanto ni los retrasos en las vacunas ni los efectos del embotellamiento en el Canal de Suez deberían sorprendernos. De hecho, las medidas proteccionistas y las políticas industriales de la Administración Trump (2017-2021) son factores de agencia que también confluyeron en una corriente hacia el reshoring frente al globalizador offshoring. Sin embargo esta práctica no está generalizada, y aun con detractores y falencias, las cadenas globales de valor mantienen su presencia.

El Derecho Internacional importa, y mucho. Podrá decirse que la globalización hizo más porosas las fronteras, algo que de por sí es discutible, pero no puede decirse que la globalización evaporó el Derecho Internacional. El Derecho Internacional importa, y mucho. Si nos concentramos en el comercio de bienes tangibles, este conjunto de normas establece el marco de acción de los Estados en relación a aranceles, subsidios, obstáculos técnicos al comercio, o medias antidumping, por mencionar algunas. Pero los tratados internacionales en otras materias también regulan o impactan en la actividad comercial de los privados, por ejemplo cuando la Convención sobre el Derecho del Mar regula la bandera de los buques o el régimen de los canales.

En las relaciones entre actores privados, los tratados internacionales son clave para aspectos como la limitación o las eximentes de responsabilidad de los transportistas. Ahora bien, estos instrumentos forman una arquitectura compleja, ya sea por su ámbito de aplicación, la posibilidad de los privados de excluir ciertas disposiciones (aunque otras no) o el juego recíproco con el Derecho interno (o los Derechos internos). ¿Eso es todo? No, las empresas han creado reglas generales aplicables a los negocios internacionales, como los Incoterms, además de las que puedan establecer para cada caso en concreto.

La globalización no se
desvaneció a causa de la
emergencia del covid-19
y sus impactos sociales
y económicos

El Derecho Internacional importa, pero no es simple. Todo lo anterior debe multiplicarse por el complejo entramado de empresas que, con diferentes domicilios, participan en cada transacción. En definitiva, los tribunales que entiendan en los millonarios juicios y/o arbitrajes por la responsabilidad por el atasco en el Canal de Suez deberán desenredar una madeja de empresas y actividades superpuestas.

Las Relaciones Internacional no solo involucran a los Estados. Como consecuencia de lo anterior, el episodio del Ever Given nos recuerda que las Relaciones Internacionales en la actualidad no pueden leerse exclusivamente en clave de las conductas de los Estados. Esto no es novedad, en el sistema internacional actual confluyen actores estatales y no estatales, pero el poder que han ganado estos últimos es cada vez mayor. En esta nueva geografía de poder, en términos de Saskia Sassen, las empresas transnacionales han acrecentado su relevancia, incluso ganando espacios de poder que tradicionalmente estaban en manos de los Estados, como en la década de los 90 ya había analizado Susan Strange en “La retirada del Estado”. Las corporaciones tienen poder, incluso para escribir las reglas de juego.

La crisis del 2008, que marca un quiebre en la globalización, no hizo más que demostrar el enorme poder de resiliencia de las corporaciones. Analizar su presencia en el sistema internacional como un actor menor, o únicamente actuando en tándem con el Estado de su nacionalidad, solo lleva a un reflejo fragmentado e incompleto de la realidad. Siguiendo a Amitav Acharya, transitamos hacia un mundo multiplex, con múltiples actores clave (Estados, organizaciones internacionales, corporaciones, etc.) que se relacionan mediante complejas formas de interdependencia. El atasco en el Canal de Suez es un mero recordatorio de esto.

En suma. Aunque sutil, el tambaleó de la globalización frente al episodio del Ever Given se hizo sentir, pero más que su fin, lo que produjo fue un atasco. La globalización tampoco se desvaneció a causa de la emergencia de la covid-19 y sus impactos sociales y económicos, ambas crisis se retroalimentaron. En unos años el atasco será una anécdota, pero los aprendizajes marcarán el futuro del orden internacional. 

 

*Magdalena Bas Vilizzio: Doctora en Relaciones Internacionales (Universidad Nacional de La Plata), Profesora adjunta de la Universidad de la República e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (Uruguay).