Efemérides 12 de octubre

Sarmiento y Avellaneda maestros en continuidad presidencial

En 1874, cuando la democracia comenzaba a tomar color con las “primeras presidencias”, el maestro de la patria le entregó el mando a su sucesor, un conservador. Lejos de intrigar en las sombras, uno fue ministro del otro, y viceversa. Otro aprendizaje en estos tiempos de política líquida.

Bastón Presidencial de Domingo Faustino Sarmiento Foto: Gtlza. Prensa Museo Sarmiento

El 12 de octubre de 1874, hace 150 años, Domingo F. Sarmiento entregaba el poder a su sucesor, Nicolás Avellaneda, para un nuevo período presidencial que debía concluir en 1880. La entrega del bastón de mando y de la banda encarnaciones fuertemente simbólicas de la continuidad democrática-, puede ser leída hoy, a siglo y medio de distancia, como expresión de varios aspectos que pueden resultar de utilidad para reflexionar sobre la vida democrática e institucional en los días que corren.

Aquel acto implicaba, por sobre todas las cosas, una continuidad que, para la época resultaba crucial, como lo sería aunque por motivos muy diferentes, a partir de la recuperación de la democracia en 1983. 

En efecto, los años de la presidencia de Sarmiento que se cerraban en aquella histórica jornada, habían estado caracterizados –como en definitiva lo estarían todos los de las llamadas “primeras presidencias”- por la tensión entre el intento de implementar políticas que permitieran alcanzar la definitiva organización del país según el modelo liberal, y la puja de otros sectores que mediante levantamientos y revueltas, reclamaban por un modo diferente de moldear la Nación.

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En segundo lugar y sin desconocer que al interior de la propia clase política que desde 1853 conducía los destinos de aquel país existían ambiciones personales e incluso estilos diferentes de ejercer el poder, aquella transmisión del mando ratificaba la necesidad de avanzar de forma sostenida en la implementación de un proyecto político con características bien definidas. 

Se ha argumentado mucho y muy convincentemente en torno al modo en que ciertas continuidades en los elencos del poder irían consolidando un “orden” al que, más tarde, cuando alcanzara sus más solidificadas expresiones, se le daría el calificativo de “conservador”. 

Pero también, aquella recurrencia y continuidad de nombres en los elencos presidenciales sucesivos puede ser leída –en tiempos de la “política líquida”- no solo como la de una continuidad presidencial sino fundamentalmente como la de una “proyectual”. Para ello, resultaba indispensable que el mantenimiento de ciertas líneas de acción en tiempos de tanta incertidumbre, tuviera su reflejo también en la continuidad de ciertos hombres al frente de aquellas. 

Aquella recurrencia y continuidad de nombres en los elencos presidenciales sucesivos puede ser leída –en tiempos de la 'política líquida'- no solo como la de una continuidad presidencial sino fundamentalmente como la de una 'proyectual' "

Sin ir más lejos y en la oportunidad que en estos días recordamos, Avellaneda asumía la presidencia luego de haberse desempeñado como ministro de Justicia e Instrucción Pública de Sarmiento, y este ocuparía la cartera de Interior en el gabinete de su sucesor por un breve período. 

De un modo tal vez mucho más trascendente y significativo, el autor del Facundo presidiría por primera vez el Consejo Nacional de Educación creado en 1881 por Julio A. Roca, el mismo que bloquearía la elección del sanjuanino como primer magistrado nuevamente. 

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Y hubo más: plenamente consciente de la trascendencia de la trayectoria intelectual de Sarmiento, Roca tomaría en 1884 la decisión de enviar al Parlamento una iniciativa con el fin de llevar adelante la primera edición de los 53 tomos que integrarían la monumental obra completa de quien, en breve, quedaría consagrado como la figura más emblemática de la educación argentina y una de las plumas más deslumbrantes de nuestra historia literaria.

Un poder que no le tenía miedo al poder

La confluencia de las figuras de Sarmiento y de Avellaneda en la cima de la presidencia resultaba también expresión de una concepción firme del lugar que la práctica política y, en especial, el ejercicio del poder ocupaban en aquella generación de políticos.

El autor del Facundo presidiría por primera vez el Consejo Nacional de Educación creado en 1881 por Julio A. Roca, el mismo que bloquearía la elección del sanjuanino como primer magistrado nuevamente"

Sin desconocer el clima de turbulencias que jaquearon los meses previos de aquel traspaso, en el discurso inaugural de su presidencia, Avellaneda afirmó: 

“Señores Senadores y Diputados: Vendréis el año próximo a continuar vuestras sesiones con el espíritu exento de inquietudes y mirando sin alarma el porvenir; y al daros cuenta de los hechos transcurridos os diré con voz solemne: Señores Senadores, señores Diputados: Formamos en los hechos y en verdad una nación republicana gobernada por el voto de la mayoría. Todos los argentinos, hombres y pueblos, tienen dentro de la Nación la igualdad de derechos y de representación política, porque acabamos de sofocar la última conjuración de una facción oligárquica que deslumbrada por la infatuación obstinada y ciega que el prolongado uso del poder produce, quería levantar su orgullo, su demencia sobre el voto de los pueblos”. 

Poco antes, ese mismo día, su antecesor, diestro en la retórica y consciente desde siempre de la prioridad que el orden y la paz tenían para el progreso, cerraba así su última alocución como primer magistrado: “Este bastón y esta banda os inspirarán luego lo que debéis hacer. Es la autoridad y el mando. Mandad y seréis obedecido”. Una vez más y como siempre, con acierto muchas veces y sin él otras varias, Sarmiento sabía muy bien de qué hablaba…

Este bastón y esta banda os inspirarán luego lo que debéis hacer. Es la autoridad y el mando. Mandad y seréis obedecido” (Sarmiento)

En síntesis, las efemérides deben ser siempre una oportunidad para escudriñar el pasado y, de su mano, ejercitar la memoria. A condición de que apliquemos sobre ella una mirada crítica y constructiva, que sirva para fortalecer el presente y, fundamentalmente, para encarar con decisión el futuro. 

Reflexión final, con motivo del evento en conmemoración del traspaso presidencial entre Sarmiento y Avellaneda a realizarse el martes 15 de octubre próximo a las 19 horas en el Muso Histórico Sarmiento (Cuba 2079). Se inaugurará la muestra: “Sarmiento-Avellaneda. La continuidad presidencial” (con la exhibición de las bandas de ambos expresidentes y el bastón presidencial de Sarmiento entre otros objetos) y tendrá lugar un panel con la participación de Camila Perochena y Fernando Rocchi (Departamento de Historia/Universidad Torcuato Di Tella).

* Sociólogo (UBA) especializado en temas culturales. Doctorando en Ciencias Humanas (UNSAM).