Formación humanista

Saber-hacer y saber-ser

Papa. Una educación tiene que combinar “cabeza, manos y corazón”. Foto: AFP

En un mundo cada vez más dinámico y desafiante, la educación universitaria se enfrenta al imperativo de adaptarse y reinventarse. Las instituciones de enseñanza superior no solo deben formar profesionales competentes, sino también ciudadanos comprometidos con el bienestar social y la sostenibilidad. En este contexto, la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) viene implementando un enfoque innovador a través de las experiencias formativas inclusivas (EFI), una metodología que integra el aprendizaje académico con el servicio a la comunidad, alineada con los principios del Pacto Educativo Global impulsado por el papa Francisco.

Las EFI, basadas en la pedagogía del aprendizaje y servicio, buscan articular el saber, el saber-hacer y el saber-ser en la formación de los estudiantes, promoviendo un aprendizaje integral que va más allá de la enseñanza tradicional en el aula. Esta propuesta educativa se enfoca en la resolución de problemas reales, permitiendo a los estudiantes desarrollar competencias claves para enfrentar un mundo en constante cambio. La interacción con distintas organizaciones comunitarias les brinda una comprensión real de los problemas de la sociedad y, a su vez, les permite adquirir contenidos académicos al implementar un proyecto que busca dar respuesta a alguno de esos problemas.

El papa Francisco ha señalado la importancia de una educación que combine “la cabeza, las manos y el corazón”, es decir, que enseñe a pensar, sentir y actuar de manera coherente y articuladamente. La propuesta pedagógica compartida responde a este llamado, fomentando una cultura del encuentro y un enfoque humanista cristiano que busca formar graduados no solo técnicamente competentes, sino también éticamente responsables y socialmente comprometidos.

El rol del docente en este enfoque formativo es crucial. Como facilitadores del aprendizaje, los profesores guían a los estudiantes en un proceso que no solo desarrolla habilidades técnicas y trasmisión de saberes, sino que también promueve la reflexión crítica, la autonomía y el trabajo en equipo. Esta propuesta formativa se alinea con varios de los compromisos del Pacto Educativo Global, destacándose por poner a la persona en el centro del proceso educativo y por escuchar a las nuevas generaciones.

En conclusión, las experiencias formativas inclusivas representan una respuesta innovadora y efectiva a los desafíos contemporáneos de la educación universitaria. A través de un enfoque que integra el aprendizaje con el servicio comunitario, estas prácticas no solo preparan a los estudiantes para sus futuras profesiones, sino que también los forman como individuos comprometidos con la construcción de una sociedad más justa y solidaria. La propuesta de enseñanza-aprendizaje de las EFI refleja un cambio de paradigma hacia una educación que prioriza la formación integral de la persona, promoviendo un futuro más equitativo y esperanzador en sintonía con el Pacto Educativo Global convocado por el papa Francisco.

*Director de Compromiso Social. Universidad Católica Argentina (UCA).