PLAN ALFABETIZADOR

¿Qué impacto podrá tener?

En números. El rendimiento en Matemáticas es menor que en Lengua. Foto: cedoc

El Plan de Alfabetización ya está. Eso opinan muchos educadores, funcionarios y políticos que hablan, cuando la coyuntura lo permite, sobre las bondades de que la Secretaría de Educación de la Nación haya logrado alinear a las 24 jurisdicciones en torno a una meta en común: que todos los niños al finalizar tercer grado logren leer y escribir. Un logro que hace varias décadas se alcanzaba al finalizar primer grado o a lo sumo en segundo grado. Sin embargo, en un país que ha retrocedido como pocos, no solo en términos socioeconómicos, se plantea una estrategia de consenso de la cual no pocos descreen, ya que se ha dejado en libertad de elección a cada jurisdicción para diseñar e implementar su plan y solo ha quedado sobre la cabeza de la Secretaría de Educación la instancia de evaluación de los resultados. Esperemos que estos logros sean lo suficientemente significativos, porque para ello se invertirá parte del erario público y es poco probable que repitiendo o profundizando lo que se venía haciendo mejoren los aprendizajes de nuestros niños.

De lo que no habla nadie es sobre la alfabetización matemática inicial. Esta situación no se condice con la realidad, pues los resultados en todas las pruebas estandarizadas, ya sean nacionales como el Aprender, regionales como el ERCE o internacionales como PISA, dan cuenta de que el rendimiento de nuestros estudiantes es inferior en Matemática que en Lengua. Me rectifico, es ostensiblemente peor. Muchos sostienen –hasta hace poco yo era parte de ese colectivo–, que potenciar los aprendizajes en Lengua redundaría ineludiblemente en una mejora de los aprendizajes en Matemática, como si saber leer y escribir, incluso interpretar lo que se lee fuese garantía de una capacidad para resolver problemas. Los datos estadísticos que pudimos obtener en el Observatorio de Educación Matemática de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de las bases de datos públicas del operativo ERCE 2019 realizado por la Unesco, con niños de tercer y sexto grado de la escuela primaria dan cuenta con claridad que hay apenas una correlación débil entre ambos rendimientos. ¿Qué implicancias tienen estas conclusiones? Que será imprescindible implementar a muy corto plazo un plan de alfabetización matemática inicial si queremos cambiar el estado de situación actual. A tal efecto tendremos que incorporar a las existentes más estrategias de enseñanza, de modo que nuestros niños puedan realizar con cierta eficiencia cálculos matemáticos, y así promovamos el desarrollo de un pensamiento lógico matemático en nuestra población.

¿Todos queremos que esto suceda? Hay quienes aferrados dogmáticamente a determinados marcos teóricos se rehúsan a analizarlos críticamente a la luz de los resultados, los mismos que otros países utilizan como fuente fiable de información para tomar decisiones basadas en datos. Hay otros sectores que por razones estrictamente económicas no quieren que nada cambie, y también a quienes lo usan políticamente para incrementar aún más el analfabetismo en todas sus dimensiones de nuestro pueblo.

*Director del Observatorio de Educación Matemática. Universidad de la Ciudad.