Efemérides 17 de septiembre

¿Podría la IA reemplazar a los profesores?

Un experimento entregará a un sistema de inteligencia artificial la tarea docente en Londres. Podrá ordenar grandes cantidades de información en segundos, pero de un profesor humano se sigue esperando que guíe, ayude a desarrollar conciencia ética, pensamiento crítico y genere tensiones y sentimientos en el aula.

Educación en el aula. Foto: Shutterstock

Esta pregunta, quizás ahora tan remanida, volvió a la agenda de los medios cuando leímos la noticia de que un colegio de Londres decidió que sus alumnos reciban clases solo con la asistencia de la inteligencia artificial.

El programa piloto seleccionará a veinte alumnos para esta prueba. Cada día se conectarán a una computadora portátil y un sistema de inteligencia artificial iniciará las clases, que serán escuchadas con auriculares.

El director del establecimiento, aparentemente, está convencido de que los resultados serán superadores, dado que el sistema permitirá una evaluación continua y constante de los aprendizajes. Algo que también se estimó es que el costo de mantenimiento del software es mucho más económico que pagar los sueldos a los “profesores humanos”.

La discusión nuevamente se parte en dos. Una posición absolutamente tecnofílica, en donde será la tecnología la que transforme y salve a este mundo de todos sus males, pensando en una perspectiva de progreso infinito e ilimitado.

Ética e Inteligencia Artificial

Sin embargo, a lo largo de la historia, la llamada profecía de la sustitución ha atravesado buena parte de los miedos de la humanidad. El auge del ferrocarril en el siglo XIX y la introducción de novedosas máquinas dentro del paradigma industrial generó distintos pánicos: a los accidentes, a la alienación de los trabajadores y también a la pérdida del empleo en manos de los nuevos artefactos. Sería posible pensar en que la inteligencia artificial podrá transformar el mundo laboral de modo tal en el que los docentes perdiéramos nuestro lugar en el aula.

Algo que también se estimó es que el costo de mantenimiento del software es mucho más económico que pagar los sueldos a los 'profesores humanos' ”

La noticia y la nueva (vieja) pregunta por el reemplazo de seres humanos por máquinas, nos puede servir para apuntar algunas ideas, en relación con la función del docente en la jornada en la que celebramos el día del profesor en la Argentina.

Una de las primeras observaciones en este debate dicotómico, se inicia por la idea extendida (pero a mí entender, errónea) de considerar que la tecnología es algo externo al ser humano que la produce. Estos dispositivos, que transforman nuestras prácticas, constituyen un entorno en el que vivimos, y al que no podemos considerar “afuera”, sino “alrededor”.

Por otro lado, las ciencias sociales van buscando teorías “no antropocéntricas”, es decir, tenemos que entender al mundo y a la vida desde múltiples perspectivas que desbordan lo humano. Esa red de relaciones, diría el sociólogo Bruno Latour, no solo está constituida por los seres humanos, sino también por otro tipo de entes.

En una posición absolutamente tecnofílica, será la tecnología la que transforme y salve a este mundo de todos sus males, pensando en un progreso infinito e ilimitado"

Ahora bien, ¿podrá la inteligencia artificial reemplazar a un profesor?

Lógicamente podemos pensar que el advenimiento de los programas de lenguaje generativo está transformando radicalmente varias profesiones vinculadas a lo “textual” o discursivo, como la docencia. Sería improbable pensar que podemos seguir dando clases o evaluando como se hacía 20 años atrás.

Idas y vueltas en la Inteligencia Artificial

Sin embargo, en medio de algoritmos que reproducen sesgos, “aprenden” y se ocultan detrás de una ingeniería maquinística difícil de imaginar, siempre se hará necesario el juicio de un profesor para discernir, contextualizar y deconstruir aquello que parece tan perfecto y equilibrado.

Será un profesor el que pueda conocer las trayectorias individuales de cada estudiante, adaptando ciertos contenidos con criterio a las necesidades particulares de un estudiante, en el marco de aulas accesibles, diversas e inclusivas.

El profesor como orientador, como guía, como facilitador. Pero también como generador de tensiones e incomodidades fundamentales"

Por otro lado, el valor de la interacción con otros seres humanos en la construcción de procesos de aprendizaje colaborativos, se alza como altamente valioso, ante la evidencia irrefutable de que los seres humanos necesitamos el contacto con otros para pensar, no enfermarnos y ser personas plenas.

El profesor como orientador, como guía, como facilitador. Pero también como generador de tensiones e incomodidades, fundamentales para que el proceso de aprendizaje sea conducente.

Lógicamente, un programa de inteligencia artificial generativa puede tener más datos, escribir mejor (con múltiples tonos textuales), traducir, ordenar grandes cantidades de información en apenas pocos segundos que un profesor “humano”. Sin embargo, ahora mismo, no debería ser eso lo que esperamos de un profesor.

Deberíamos esperar contexto, guía, ayuda en el ejercicio del pensamiento crítico, de la conciencia ética, en la construcción de una ciudadanía responsable y en ayudar a que sus alumnos sean cada vez mejores personas.

*Director del Área de Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador. Es doctor en Comunicación Social, docente de nivel secundario, universitario de grado y posgrado e investigador