Migración, un tema en la grieta
Ha sido muy difícil para la administración del presidente Joe Biden navegar la cuestión migratoria. Cuando estaba en campaña tuvo un mensaje muy progresista sobre inmigración; habló sobre cómo iban a cambiar las cosas, especialmente después de la presidencia de Donald Trump, que fue tan antiinmigrante.
Pero por lo que hemos visto en los últimos tres años, a Biden se le ha complicado llevar a cabo lo que prometió. Fue moviendo su mensaje de progresista a mucho más centrista. El tema llegó a la Justicia. Hay demandas que la administración de Biden les ha puesto a los estados y que los estados le han puesto a Biden. El presidente se ha enfrentado al gobernador de Florida y de Texas. Una pelea que puede hasta llegar a la Corte Suprema.
Todavía llegan miles de migrantes a la frontera estadounidense, aunque la política que está llevando adelante Biden hace que el proceso se desarrolle –como ellos lo describen– de una manera “más ordenada”. Las personas que quieren pedir asilo, en vez de presentarse en la frontera, deben hacer un proceso antes de llegar. Ellos querían cambiar la narrativa del Título 42, y en verdad lo han hecho. Aunque los republicanos no han quedado satisfechos.
El tema migrante es uno de los centrales de la (pre) agenda electoral. Los republicanos mencionan que no se sabe quién está entrando al país, que las fronteras están abiertas; un ejemplo para decir que Joe Biden no ha sido un presidente efectivo, que es un presidente débil. Y no solo los candidatos se enfocan en esta cuestión, a los propios votantes les parece un tema central. Los votantes republicanos dicen que quieren votar por un republicano que se encargue de la seguridad fronteriza. Pueden vivir en Wisconsin, en Nueva York, lejísimos de la frontera sur, pero los republicanos siempre mencionan lo mismo.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ha estado llevando a cabo una política sumamente antiinmigrante. Al final del año pasado mandó un avión con migrantes, que habían cruzado la frontera, a la isla de Martha’s Vineyard, con el objetivo de sacarlos de su estado. Ese avión iba lleno de migrantes venezolanos y lo que se esperaba era que, en el sur de Florida, donde hay muchos venezolanos, se escuchara una respuesta, protestas, que se criticara la maniobra.
Y al final, con las elecciones de medio término, De Santis ganó con el voto de una mayoría de venezolanos. Lo que hemos visto con políticos como Ron DeSantis y Donald Trump es que la comunidad hispana está más dividida de lo que se esperaría en el tema de la inmigración.
Recientemente, Texas desplegó un “muro flotante” marítimo en el límite con México. Quieren tener la perfecta visualización. En la campaña de medio término vimos que muchos republicanos, y hasta algunos demócratas, fueron a la frontera a hacer comerciales y anuncios. Los hacían al frente del muro –aunque solo se hicieron unos 80 kilómetros– para dar su mensaje de las fronteras. En verdad, cuando se ven los estudios, se observa que eso no es lo más efectivo para combatir el problema.
*Corresponsal de Política del Washington Post. Desde Miami.
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